Del 19 al 21 de junio se llevó a cabo el 47o Periodo Ordinario de Sesiones de la Organización de Estados Americanos (OEA), el principal foro multilateral del continente americano que tiene como objetivo compartir, analizar y discutir los principales temas de la agenda hemisférica, así como fortalecer la cooperación para el desarrollo y para la solución de retos diversos.
Que se celebre por primera vez en territorio mexicano, es muestra del nuevo liderazgo de México en el continente, así como una gran oportunidad para incluir temas de interés nacional en la agenda hemisférica y abonar en la solución de los principales retos regionales.
Todos los temas presentados para discutirse en la Asamblea General de la OEA son de gran importancia para el desarrollo de la región, sin embargo, el relativo a la crisis política y social de Venezuela es uno que debe considerarse de pronta y urgente resolución, por el daño que está causando a la población venezolana y por el riesgo que implica para la estabilidad de la región.
México, en concordancia con su tradicional política exterior ha tratado de coadyuvar como mediador para la solución del problema. Desde el año pasado, el Gobierno mexicano ha hecho reiteradamente llamados a las partes en conflicto para velar por los derechos humanos, respetar el estado de derecho y reanudar el diálogo para construir acuerdos duraderos y encontrar una salida pacífica al conflicto, sin embargo, la situación se ha ido agravando al grado de romper el orden social y constitucional del país.
El llamado del secretario Luis Almagro y de otros países del mundo nada tienen que ver con el intervencionismo, siempre se ha hecho en concordancia a los principios democráticos y del Derecho Internacional. La sociedad internacional no puede quedarse cruzada de brazos ante la emergencia humanitaria, asesinatos y violación de derechos humanos en Venezuela.
El principio internacional de no intervención es uno de los pilares fundamentales en las relaciones internacionales que garantiza el respeto mutuo y la soberanía e independencia de las naciones, no obstante, dicho principio es complementario a otros más como el de cooperación, mantenimiento de la paz y la seguridad, arreglo pací co de controversias y el respeto a los derechos humanos.
México ha mantenido una rme posición de solidaridad con el pueblo venezolano, invitando a las partes en con icto a dialogar y llegar acuerdos constructivos y que beneficien a Venezuela.
La propuesta de resolución pre- sentada en la Asamblea General y apoyada por México y otros trece miembros de la OEA, no exigía más que la restitución de los derechos legítimos del pueblo venezolano.
México debe continuar participando con liderazgo en la OEA y los diferentes foros multilaterales, defendiendo los ideales democráticos y en favor de la justicia y el respeto a los derechos humanos de todos los pueblos.