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Tras un frente de izquierdas

OPINIÓN

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Cada vez se multiplican más las voces dentro del Partido de la Revolución Democrática que quieren buscar una alianza de izquierdas, es decir con Morena, y no el Frente Amplio que se ha propuesto desde la dirigencia nacional para ir con Acción Nacional. Esa sería su salvación en la Ciudad de México. Cuando a los perredistas se les pregunta por la derrota anunciada para su partido en la capital del país frente a Morena, el mejor argumento que pueden dar es: “la Ciudad de México tiene una vocación de izquierda”. Parece que así duele menos la derrota electoral, porque si hay algo que los hermana con su verdugo es que la inmensa mayoría de la militancia morenista salió del PRD, sólo contadas excepciones tienen un origen distinto. Hace unos días quienes fueron dirigentes icónicos del PRD como Ifigenia Martínez, Porfirio Muñoz Ledo, además de Alejandro Encinas hicieron un llamado para buscar ese frente de izquierdas. También integrantes de la corriente Izquierda Democrática Nacional (IDN) han sido los primeros en proponer la alianza con Morena, varios de ellos incluso se ven más cercanos al nuevo partido, otros están ansiosos de que Andrés Manuel López Obrador les abra las puertas. El diputado Jesús Valencia, a nombre propio, no de su corriente Alternativa Democrática Nacional (ADN), considera que hace falta un personaje que se pueda colocar por encima de las corrientes y de liderazgos para llamarlos a construir juntos un proyecto, como pudo ser Manuel Camacho; pero no lo hay y considera indispensable buscarlo. Rechazó que ese papel pudiera jugarlo Marcelo Ebrard, por los problemas que lo tienen viviendo fuera del país. Sin llamarlo por su nombre se trata del enfrentamiento directo que tiene con el jefe de gobierno, Miguel Ángel Mancera. Valencia recordó que Mancera ganó con el 67 por ciento de la votación, ahora si van separados Morena y PRD, se ganará con un 33 por ciento, “sino se une la izquierda vamos a tener una ciudad con un gobierno de un tercio del padrón”. Como pocos al interior del PRD, habla de la preocupación los desprendimientos que engrosan las filas de la otra izquierda, pues muchos minimizan las salidas con el argumento fácil de que no tienen peso a nivel territorial; sin reconocer el valor que los mantenía dentro del partido. En un ejercicio autocrítico acepta que el PRD se alejó de las causas sociales que los vinculaban de manera naturales con organizaciones sindicales, campesinas, del movimiento urbano. Para el diputado federal las razones que garantizan los triunfos son: las causas que se representan y defienden, el territorio con una presencia reconocida e identificada y la organización. La fotografía del PRD en 2012 ya no es la misma en el 2017, pues prácticamente el 80 por ciento de las figuras y liderazgos ya no está. Jesús Valencia considera que aun hay tiempo para replantear el diálogo con López Obrador;  pero en el horizonte no se ve quién los pueda sentar y salve al PRD de un futuro de partido bisagra.   Columna anterior: Se les olvidó el turismo