La determinación del juez federal Fernando Silva que ordenó el cese de la obra de la Línea 7 del Metrobús hasta que se resuelva el amparo detonó la actitud retadora del jefe de gobierno. De inmediato hace pensar que Miguel Ángel Mancera vaya tras los pasos de Andrés Manuel López Obrador con el caso El Encino.
El pleito por El Encino derivó en el desafuero del tabasqueño, confrontó al gobierno de Andrés Manuel López Obrador con el de Vicente Fox, colocó al entonces jefe de gobierno del Distrito Federal a la par del presidente de la República. Fue una campaña permanente y gratuita.
“Soy respetuoso de las instituciones pero todo tiene un límite”, soltó Miguel Ángel Mancera y de inmediato se piensa en la frase “al diablo las instituciones”.
Y luego el jefe de gobierno dijo: “vamos a ir de la mano a este litigio pero si tengo que mover algo, si tengo que quitar algo para beneficio de la gente no me importa que nos amenacen con que nos van a denunciar que violamos suspensiones, yo tengo que ver por el beneficio de la gente. Lo voy a hacer yo, el que lo va a hacer soy yo”.
Se reedita la historia, López Obrador no acató una orden judicial de suspender las obras de apertura de vialidades en el predio El Encino, en su momento el tabasqueño dijo que era una estrategia política para sacarlo de la contienda electoral del 2006. Estaba en lo cierto era una cuestión legal con fondo político, al grado que Fox se empecinó y lo desaforaron.
Pero la actitud tropical, la experiencia política, la empatía y antipatía que genera López Obrador, dista mucho de lo que puede transmitir Mancera. Sin embargo el jefe de gobierno parece que quiere emular al tabasqueño y ver si así da el brinco en las preferencias electorales que lo metan a la competencia por la Presidencia de la República, porque hasta el día de hoy esta muy lejos.
De continuar con sus aspiraciones presidenciales Mancera tendría que dejar la Jefatura de Gobierno en el mes de septiembre, es decir que tiene como dos meses y medio para saber si esta confrontación le da, le quita votos o pone en riesgo algo más.
El camino legal de la Línea 7 del Metrobús todavía es larga, Rolando Cañas, presidente de la Academia Mexicana de Derecho Ambiental, que fue la organización que solicitó la suspensión de la obra, comenta que el juicio está en una etapa procesalmente temprana.
Como academia están allegándose de todos los elementos que puedan aportar ante el incumplimiento de la autoridad, estarán listos para desahogar pruebas, la audiencia constitucional y reiteran su confianza en el Poder Judicial.
Para que se determine la suspensión definitiva aun falta que un Tribunal Colegiado ratifique o rechace la resolución del juez en caso de que siga firme el fallo y Mancera mantenga su decisión de continuar con las obras, el juez tendrá que acudir a la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
La Corte definirá si se violó o no el amparo y determinar la sanción, si Mancera ya está en campaña podrían o multarlo o consignarlo a un juez penal.
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