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José Encarnación Alfaro: Gobierno de Coalición en la CDMX

OPINIÓN

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Desde que en el País se dio el fenómeno de la alternancia en el ejercicio del Poder Ejecutivo el año 2000, el tema de la transición democrática en México ha sido permanente en el propósito de diseñar un modelo de gobierno con mayor contenido democrático, tanto en los procedimientos para acceder a los cargos de ejercicio del poder público como en el sistema de gobierno. A partir de entonces se han concretado una serie de reformas constitucionales y legales en materia electoral que han derivado en un creciente pluralismo en nuestro sistema de partidos políticos, lo que ha provocado la atomización del voto, en forma tal que la constante en los últimos 17 años ha sido el triunfo de candidatos a los cargos de Presidente de la República o de titular del poder ejecutivo en las entidades federativas con menos del 35 % de los votos a su favor. Esta situación ha impactado también en la integración del poder legislativo a nivel federal y local, de tal manera que, en la mayoría de los casos, ningún partido tiene la mayoría parlamentaria lo que ha provocado parálisis e ineficacia legislativa y en consecuencia una permanente confrontación con el poder ejecutivo. En este contexto, la figura de ¨gobierno dividido¨ con la fórmula de un Poder Ejecutivo unipartidista con escaso respaldo ciudadano y un Poder Legislativo pluripartidista, sin mayorías estables, ha conducido a una caída constante en la calidad y en la eficacia de los parámetros de ejercicio del gobierno, compartida por todos los colores partidarios, provocando un creciente malestar de la gente junto con su desencanto por la democracia. En este complicado escenario, en febrero de 2014, el Congreso de la Unión aprobó la reforma constitucional por la que se establece la figura del Gobierno de Coalición como facultad potestativa del Presidente de la República, en virtud de la cual tiene en todo momento la atribución de integrar un gobierno de coalición con uno a más de los partidos políticos representados en el Congreso de la Unión, sobre dos ejes de soporte institucional: la suscripción de un convenio de gobierno de coalición que incluye programas y políticas públicas, asi como una agenda legislativa; y la integración de un gabinete pluripartidista; ambos elementos deben ser sancionados por el poder legislativo. En febrero de 2017, se promulgó la Constitución Política de la Ciudad de México, en la cual se incorpora, como un elemento de avanzada entre las entidades federativas, la figura del Gobierno de Coalición. En este contexto, resulta necesario que la Asamblea Legislativa del DF promulgue una ley reglamentaria del gobierno de coalición en la Ciudad de México que precise y detalle las formas, actos y procedimientos que deban observarse, en su caso, para el eficaz ejercicio de esta nueva forma de gobierno democrático en la capital del País.   *Presidente de la Comisión Especial para la Reforma Política de la CDMX de la ALDF