Esta semana es la más importante la industria de los videojuegos en el planeta. En Los Ángeles se lleva a cabo desde el sábado la convención “E3” (Electronic Entertainment Expo), en lo que quizá podría calificarse como la primera edición de esta feria que pondrá en prueba definitiva la capacidad de la industria de crear versiones de realidad virtual de los videojuegos que puedan ser masivamente comprados en todo el mundo.
La realidad virtual está tomando tracción inusitada, aunque está por verse si ocurre lo mismo del lado de la demanda. Ayer, por ejemplo, se liberó el tráiler del juego “Fallout”, donde uno puede ‘disparar’ diferentes armas en zonas inhóspitas y abandonadas. El próximo octubre podrá comprarse. También se presentó el avance de otro más llamado “Doom VFR”, igualmente para realidad virtual, diseñado para plataformas PlayStatuion y Vive.
Pero quizá más sorprendente aún es lo que trascendió en otra materia: los hologramas. Durante estos días se supo que Microsoft, la firma de tecnología, solicitó ya el registro de patentes para un concepto denominado “Realidad Directa” que sería, de acuerdo a la propia firma, un software en línea “para aplicaciones holográficas”. Esto implicaría que estamos cerca de ver diferentes tipos de innovaciones de primera magnitud en materia de hologramas: proyecciones en tercera dimensión sobre el espacio ‘vacío’. Los videojuegos del futuro harían uso extensivo de esta tecnología. Una incógnita será qué tan necesario será el uso de los lentes de realidad virtual y aumentada, lo que en principio parece que tiene una respuesta positiva en el caso de Microsoft con el uso de sus ‘HoloLens’.
Los hologramas ya empezaron a desplegarse para varios tipos de aplicaciones, no solo para videojuegos. En estos días está por presentarse una experiencia sumamente holográfica para el Cognac Rémy Martin. Se trata de una experiencia interactiva en la que aparece una mesa de madera y donde el usuario es guiado por un experto en destilación que explica las raíces y procesos detrás de este marca con 300 años de historia. Pasado mañana se hará un anuncio global al respecto.
Quizá la más promisoria de las tecnologías de hologramas es la que prescinde de los lentes. De hecho, científicos de una universidad de Melbourne, en Australia, en conjunto con la Universidad de Pekín, acaban de lanzar la más pequeña de las tecnologías holográficas, llamada “insuladores topológicos”, que permite a la pantalla de un teléfono celular convertirse en la “base” sobre la que se despliega tridimensionalmente el holograma, como si fuese una maqueta.
En cuestión de meses escucharemos con mayor insistencia el término “hologramas” o el que las marcas de firmas como Microsoft empiecen a desplegar. Será un mundo fascinante, y una industria nueva hacia el futuro.