En la nueva carta que entrega al PRI el “grupo” de Ulises Ruiz, ex gobernador de Oaxaca, en la que vuelve a pedir a Enrique Ochoa irse del partido, esta vez por lo que pasó en la jornada del 4 de junio, hay un acierto a destacar: ¿Qué festeja el presidente del partido?
Coahuila va a impugnarse y pueden los panistas y la resistencia civil tumbar el triunfo de Riquelme, su gobernador electo. Además el PRI perdió la mayoría en el Congreso y la ciudades más importantes de la entidad.
Puede Ochoa y quien quiera de ese partido hacerse de la vista gorda sobre lo que pasó en el Estado de México, pero el tubazo electoral en la entidad de Peña no se lo puede quitar ni Santo Padre.
Los números fríamente en el Edomex: el PRI en alianza con PVEM, PANAL y PES tuvo 2 millones 48 mil votos, frente a un millón 879 mil de Morena de AMLO con la declinación de última hora del PT que ni siquiera aseguraba el 2 por ciento. Esos son los números sin señalar la operación a favor de Alfredo del Mazo por parte de Eruviel Ávila, de los secretarios de estado federales y de gobernadores de otras entidades del PRI como el de Guerrero, Héctor Astudillo, cuyas arcas de la tesorería tienen problemas al grado tal que los pagos a trabajadores de la administración han sufrido retrasos.
Lo que hace menos visible el descalabro en Edomex es que a diferencia de Puebla y Veracruz, donde los nuevos tiempos empalmarán las elecciones en 2018 –por eso las minigubernaturas de 2 años– es que el desfase en el calendario electoral en tierra mexiquense salvó la mayoría del Congreso local y los municipios. Ha sido una táctica premeditada del PRI en el Edomex no ajustarse al calendario para blindarse ante una situación como la que finalmente ocurrió el 4 de junio.
Ruiz, líder de la llamada Corriente Interna del PRI, no es la voz más autorizada para pedir la renuncia de Ochoa. Sus opositores internos recuerdan que perdió –por fortuna- como delegado las elecciones en Quintana Roo. “Es lo más corriente de las corrientes que ni representación tienen ante el consejo nacional”, dijo un operador cercano a Ochoa al conocer la nueva carta de Ulises.
En Veracruz, sin embargo, el PRI desapareció prácticamente del mapa electoral y en Nayarit fue humillado por la alianza PAN-PRD. En todos los casos, la derrota obedece además a lo que cada gobernador dejó de legado.
Desde hace más de un año, el ex gobernador de Oaxaca, mantiene una pelea con el presidente del PRI, quien ha optado por no contestar públicamente sin que eso signifique que no tenga una opinión.
Ruiz fue en su momento uno de los operadores más destacados del PRI para ganar elecciones mediante cualquier método empleado. En lo que ambos tienen razón, sobre lo que piensan uno del otro, es que ninguno tiene los ideales de Luis Donaldo Colosio por su falta de propuestas para fortalecer la democracia nacional y combatir la pobreza.
RECTO. 141 morenistas no pensaron como AMLO en su sesión del domingo. Gritaron no al PT.
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Miércoles 11 de Diciembre de 2024