Después de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, decidió salirse del Acuerdo de París, sembró preocupación en los industriales de energía solar en México. El riesgo que vislumbran está en la cancelación de derechos comerciales porque el mandatario estadounidense intenta elevar las tarifas arancelarias a los paneles solares o materiales producidos en el interior del país.
En los pasillos de la Secretaría de Energía, que dirige Pedro Joaquín Coldwell, se acordó blindar a la industria nacional. La respuesta fue impulsar al mercado interno. Por lo pronto, en septiembre tienen que presentar sus proyectos las empresas interesadas en participar en la tercera convocatoria de subasta eléctrica.
En la Iniciativa Privada ya se habla de GranSolar, Engie, IEnova, Aldesa y Cubico Sustainable Investments, que buscarán ganar la licitación con propuestas enfocadas en la generación de electricidad por vías renovables.
En una reunión con miembros de la Asociación Mexicana de Energía Solar Fotovoltaica (Asolmex) nos comentaron que la CFE licitó contratos por 15 años para comprar potencia de generación eléctrica, la cual puede venir de energías renovables o no renovables.
El objetivo es generar energía limpia y más barata para atraer inversiones y darle a la Comisión Federal de Electricidad, que encabeza Jaime Hernández, la posibilidad de tener instrumentos para adquirir productos a buen precio.
Lástima que esos buenos precios aún no se traducen en la instalación de paneles solares, una colocación integral en una casa puede costar arriba de 60 mil pesos. Vaya, es un largo camino por recorrer en esa materia.
El tamaño de la deuda
En la Cámara de Diputados, los miembros de las fracciones de los partidos Acción Nacional (PAN) y Movimiento Regeneración Nacional (Morena) ya habían puesto el tema sobre la mesa de saber a cuánto asciende la deuda de los estados. Pero no contaron que su brazo informativo en la parte económica, el Centro de Estudios de las Finanzas Públicas filtrara un reporte de los 25 municipios más endeudados.
En deudas están hasta el tope Tijuana, Guadalajara, Monterrey, Hermosillo, León, Benito Juárez, en Quintana Roo; Mexicali, Zapopan, Tonalá, Nuevo Laredo, San Nicolás de los Garza, Culiacán, Sinaloa, Ensenada, Ecatepec de Morelos, San Pedro Tlaquepaque, entre otros.
La noticia cimbró a los legisladores, porque estas alcaldías gozan de la confianza de la banca de desarrollo y la banca múltiple, sus principales chequeras.
Para ser más claro, el saldo de la deuda municipal registró un aumento de 31 mil 575.8 millones de pesos en los últimos diez años, al pasar de 14 mil 914.2 mdp al primer trimestre de 2007 a 46 mil 490.0 mdp al mismo periodo de 2017. En términos reales, en estos diez años, la tasa de crecimiento del saldo de las obligaciones financieras de los municipios fue de 107.1 por ciento, lo que significa que habrá menos crecimiento estatal.
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