Crisis humanitaria vive Venezuela, el país “modelo” de la izquierda radical mexicana que ni siquiera menciona la magnitud de la tragedia que se vive bajo el régimen de Nicolás Maduro, cuya embajadora en México, María Urbaneja es apapachada por integrantes de Morena.
Los datos de la situación venezolana son demoledores: la inflación acumulada en el primer trimestre de 2017 fue de 92.8 por ciento, el FMI prevé que este año cierre en 720.5 por ciento, una de las más altas del mundo y para 2018 estima llegue a dos mil 68.5 por ciento.
Hay escases de productos básicos como carne, aceite, azúcar, leche, arroz, pasta dental, queso, pan, cereal, jabón de baño, champú y hasta papel sanitario (cuatro rollos cuestan unos cien pesos).
El salario mínimo de 65 mil bolívares mensuales, equivalente a unos 600 pesos mexicanos al mes, que apenas alcanzan para siete de los 58 productos de la canasta básica y el gobierno de Maduro instauró desde el primer día de este año una tarjeta de racionamiento, como la de los Castro en Cuba, para limitar la compra de artículos.
Los homicidios crecieron en un año: en 2015 fueron 27 mil 875 y en 2016 fueron 28 mil 479. Además, va promedio de un asesinato diario durante los dos meses que llevan de protestas contra el régimen de Máduro, a quien un 75 por ciento de los venezolanos reclaman dejar la presidencia.
México los recibe
Esos y otros factores (hay muchos más, por supuesto) han obligado a miles de venezolanos a salir de su país para buscar mejor vida, como han hecho los cubanos desde los años 70. Y uno de los países que han preferido los venezolanos para buscar esa mejora es precisamente México.
De acuerdo con cifras del Instituto Nacional de Migración en el primer cuatrimestre de este año ingresaron al país 28 mil 571 venezolanos, los cuales son ya el primer lugar en solicitudes de Tarjetas de Residente Permanente (TRP) y Tarjetas de Visitantes por Razones Humanitarias (TVRH).
De hecho, el número de venezolanos que llegan a México huyendo del régimen chavista, aumenta un promedio de dos mil al mes.
Los números hablan por sí solos.
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Como jefe de campaña opera Pedro Pablo Antuñano en favor de su ex jefe Ricardo Monreal. En redes sociales presume reuniones con habitantes de distintas colonias promoviendo al delegado en Cuauhtémoc.
Para quienes no lo recuerden, Antuñano fue el director Jurídico y de Gobierno de Monreal, detenido el año pasado con 600 mil pesos en efectivo. Y aunque fue exonerado del delito de lavado de dinero, sí fue inhabilitado por la Contraloría capitalina.
Un Eva Cadena en potencia, pues.
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EN EL VISOR: Más de 50 encuestas se han difundido sobre la elección del Estado de México sin que haya claridad sobre quién ganará la contienda. Inocente sería creerles luego de los garrafales tropiezos demoscópicos del 2015, 2016, el Brexit, Trump, Colombia, España…
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