En las elecciones del año pasado, el personaje a vencer entre los priistas fue Manlio Fabio Beltrones.
Ahora, en las de junio del 2017, van por Miguel Ángel Osorio Chong.
Son los juegos de sombra en pos de la candidatura presidencial del PRI.
Esta vez los rounds del tricolor comenzaron en derredor de Josefina Vázquez Mota. El apoyo a la panista venía de la Secretaría de Gobernación desde hacía tiempo. Lo mismo ocurría con el hoy canciller Luis Videgaray.
Uno y otro animaron a la ex candidata presidencial del blanquiazul a aceptar la candidatura del PAN al gobierno del Estado de México. Se trataba –esa era la idea y el acuerdo- de “jalar la marca” para evitar que Morena siguiera en un ascenso imparable.
Josefina dudaba. Pero una llamada de poderoso funcionario del gobierno, terminó por convencerla.
Sin embargo, más tardó la panista en asumir la candidatura del blanquiazul, que en caerle encima (de nuevo) sonoro golpe que involucró a su familia en una investigación de la Procuraduría General de la República por lavado de dinero.
Desconcierto de Vázquez Mota. Desconcierto en la dirigencia del PAN. Desconcierto en Bucareli.
El “golpe”, explicarían de manera intrincada al equipo de la panista, era para Osorio. Para “marcarle límites” al hidalguense, les dirían. Para dejarle claro que el Edomex era territorio de Videgaray y su equipo; que ni se metiera.
Un segundo mandarriazo al titular de Gobernación tuvo que ver con el caso de Humberto Moreira, quien hoy contiende por el Partido Joven en busca de una diputación local en Coahuila.
Inicialmente, sin hacer muchas olas, distintos funcionarios del partido declararon que el ex Presidente del PRI, al haber aceptado una candidatura por otro partido, quedaba automáticamente fuera del PRI.
No había necesidad, pues, de llevar a cabo un proceso de expulsión.
Osorio Chong era de esa idea: no moverle más al asunto Moreira y procurar, en cambio, limar asperezas entre los hermanos (Rubén, actual gobernador, y Humberto) para facilitar el camino del candidato priista a la gubernatura, Miguel Riquelme.
Así iban las cosas…, hasta que le dieron el portazo con la expulsión del ex Presidente del PRI anunciada en vivo y a todo color.
Cuentan que todavía una hora antes de darse el anuncio oficial del PRI --el miércoles pasado-, al secretario de Gobernación le habían asegurado desde el Revolucionario Institucional que eso no ocurriría.
No le quedó más que apechugar de nueva cuenta.
Van por su cabeza. Lo sabe.
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