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Abracadabra

OPINIÓN

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Como si fuera uno de esos actos en los que David Coperfield hace aparecer la Estatua de la Libertad entre luces de neón, los espectaculares con los que siempre soñó Óscar González brotaron el fin de semana en un cielo mexiquense roto y nublado de publicidad electoral. El sábado y el domingo se multiplicaron uno a uno hasta formar doscientos en la geografía del Estado de México: ““El pueblo manda: vota PT”. “Los trabajadores mandan: vota PT””. “Estoy de tu lado, tu mandas: vota PT”. En los anuncios resaltaba la imagen de un sonriente Óscar González, candidato del Partido del Trabajo que el viernes pasado, unas horas antes de que la lluvia de espectaculares se desatara, declinó en favor de Delfina Gómez, candidata de Morena y desde ese día, del PT. La primera llamada destanteó a Óscar González y su gente. “¡Qué bien quedaron los espectaculares!” Las siguientes los alarmaron: “¡Y son un chingo!”. González y sus colaboradores no tardaron en darse cuenta de que los anuncios no eran parte de la campaña publicitaria que habían planeado. Se trataba de lo que en el mundo de las chapucerías electorales podría bautizarse como “Estrategia gato por liebre”: pagados por alguien y montados a prisa, los espectaculares, tienen el propósito de llamar a la militancia del PT para que el 4 de junio vote por ese partido y no por Delfina Gómez, a quien el Partido del Trabajo y González se unieron la semana pasada. La política mexicana te da sorpresas: González y compañía aún no salían de su asombro cuando se toparon con otra novedad que podría llamarse “operación Abracadabra”: los medios nacionales de radio y televisión que desdeñaron todas sus peticiones de entrevistas durante la campaña, de pronto empezaron a hacer llamadas para abrir sus espacios… no a él, sino a otros dirigentes del PT que llamaban a la militancia a votar por el Partido del Trabajo. Ciro Gómez Leyva le abrió los micrófonos casi veinticinco minutos a Óscar Vergara, un diputado que explicó cómo la militancia del Partido del Trabajo debería votar por Juan Zepeda, el candidato del PRD a quien acompañó después en una conferencia de prensa. González y sus colaboradores tienen una teoría: la campaña de Alfredo del Mazo ahora está buscando petistas hasta debajo de las piedras para convencerlos de que se pasen al PRD. La estrategia es seguir inflando como globo al candidato perredista para hacer creer que tiene posibilidades de ganar y atraer votos de Morena a la candidatura de Zepeda. Los tres puntos que el PT y González tienen en las encuestas rompieron el empate técnico, situaron a Delfina Gómez arriba de Del Mazo, y el fin de semana hicieron el milagro de la multiplicación de los espectaculares. Abracadabra.   Columna anterior: Buenos muchachos.