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Eso nos mueve

OPINIÓN

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Los primeros homo sapiens comenzaron a correr como una forma de supervivencia. En esos albores, correr los ayudó a ponerse a salvo de sus depredadores.Luego, descubrieron que corriendo podi?an cansar y alcanzar a sus presas y, ma?s tarde, a fuerza de correr, solos o en grupos, se percataron que si lo haci?an de forma coordinada, unos atra?s y otros adelante, desarrollari?an estrategia y habilidad, que son signos de inteligencia.

Hoy, los humanos ya no corremos para cazar, aunque correr sigue siendo una forma instintiva de supervivencia, que igual nos pone a salvo en situaciones de riesgo, que nos ayuda a mejorar nuestro estado mental y de salud. En cada corredor hay una historia y distintos motivos que lo llevan a correr.

Mo?nica Orozco es una compan?era de equipo en el Bosque de Tlalpan, a quien siempre me reconforta ver y escucharla decir: “No me saludes de beso, que traigo 11 kilo?metros de sudor encima”. Mony es hoy una corredora experimentada, con dos medios maratones y muchos kilo?metros en sus piernas. Todas las man?anas nos ensen?a que no hay mejor motivacio?n para correr que la vida misma. Nos narra, con sus propias palabras, co?mo el dolor de una fuerte adiccio?n la hizo correr.
Tres veces he contado. El nu?mero siempre es el mismo: 36. Treinta y seis colillas en un cenicero. ¿Que? hora es? 5:32 p.m. Ya no puedo ma?s ¿Que? hago para transformar estas colillas en vida? Algo tengo que hacer, pero ¿por do?nde empezar? La cli?nica de tabaquismo del INER es un primer paso, pero ¿que? ma?s? Necesito una motivacio?n, necesito cambiar las colillas por salud. Imagine? que una actividad fi?sica me ayudari?a. Es difi?cil elegir cuando me cuesta trabajo siquiera caminar a buen ritmo. Tengo que aprender a correr, pense?. Las personas que corren se ven felices. Corren solas, en parejas, en grupos. Mientras corren, conversan, ri?en, meditan; parece no importar lo que ocurra fuera de la pista. Donde sea que este?n, si se encuentran corriendo, la tranquilidad es duen?a de sus vidas. Empiezo caminando. Conforme pasan los di?as, voy adquiriendo mejor ritmo; el cigarro se va quedando atra?s, no sin un esfuerzo enorme, pero, poco a poco, caminar le va ganando terreno al fumar. Tengo un poco ma?s de condicio?n, un poco ma?s de fuerza. Puedo trotar un kilo?metro. Descubro las carreras. Primero, una de cinco km. Lo puedo hacer. Empiezo a sentir la sensacio?n que so?lo el que corre puede sentir. Llega la carrera de 10 km. ¡Un gran logro! Entro a la meta sintiendo que no existe nada mejor, pero si? lo hay: un medio marato?n. Estoy haciendo el trabajo. Hoy ya no cuento colillas, hoy cuento kilo?metros. El cigarro se quedo? atra?s, ya no me puede alcanzar. Asi? como Mo?nica, todos tenemos distintas motivaciones para salir a correr, no importa cua?l sea la tuya, sino que te mueva e inyecte voluntad. Correr es liberarse.