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Que AMLO no gane el Edomex

Llevarse el triunfo en la elección mexiquense sería un error táctico en la ruta presidencial de 2018, proyectan

OPINIÓN

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Andrés Manuel López Obrador escucha a muy pocos, y hace caso apenas a un puñado de personas. Las decisiones las toma él. Él es el estratega, él calcula y ejecuta. Entre ceja y ceja tiene ganar el Edomex. Está obsesionado. No es un secreto. No en balde pasa buena parte de sus días en aquel estado. Pero hay, en su equipo más cercano, quienes tratan de convencerlo de lo contrario. Por increíble que parezca, para ellos, Morena no debe ganar. Llevarse el triunfo en la elección mexiquense sería un error táctico en la ruta presidencial de 2018, proyectan. López Obrador, quien revisa encuestas y evalúa el tracking semanal que Morena mandó a hacer en el Estado de México –que hoy les da, según cuentan cercanos a él, siete puntos de ventaja sobre el PRI-, los escucha, aunque nada dice todavía sobre el escenario que ya le han presentado. Algunos de quienes están en el war room de Delfina Gómez y empujan la posibilidad, calculan que la candidata llegue entre los punteros, pero que no gane; que aparezca segunda, se quede cerca y entonces se desencadene un conflicto poselectoral que victimice al tabasqueño y su partido, eludiendo, además –y esa es la clave- los costos que implica gobernar. Ganarían perdiendo, pues. En el primer círculo de campaña donde están, entre otros, Hugo Scherer, Mario Delgado, Horacio Duarte, Abelardo Martín, Francisco Vásquez Rodríguez y América Rivera Tavizón, ante el crecimiento de Gómez y la posibilidad real de triunfo, crece la idea de no acelerar en el último tramo. El escenario, observan, se convirtió en algo parecido a lo ocurrido en Veracruz el año pasado. En aquel momento su candidato Cuitláhuac García arrancó lejos de quienes encabezaban la pelea. Todo estaba cantado para que la lucha fuera entre el PRI-Javier Duarte y el PAN-PRD-Miguel Ángel Yunes, pero el moreno creció como la espuma y se coló al segundo lugar, muy cerca del hoy gobernador. En el Edomex, una contienda que pintaba sería entre Del Mazo y Josefina Vázquez Mota, cambió. La panista se derrumbó y Delfina no ha dejado de ascender. Y aunque miden como positivo el crecimiento de Morena, ven en el eventual triunfo un flanco abierto. El ganador tomará protesta de la gubernatura el 16 de septiembre. De entonces a junio de 2018, transcurrirá un tiempo lo suficientemente holgado como para que el costo de gobernar le pegue a López Obrador. Por eso crecen las voces de quienes piden al tabasqueño no arriesgar. Buscan afinar estructura y aceitar estrategias, sí, pero que su candidata no gane, aunque le pise los talones a Del Mazo. Quieren anteponer 2018. Ganar sería ponerse piedras en el camino rumbo a la contienda presidencial. Un triunfo podría desarmar al tabasqueño y hay quienes no quieren correr el riesgo. Todavía no lo convencen, pero hay quienes lo están intentando. -Off the record Juan Zepeda rogó a Morena ir junto con el PRD a la elección del Edomex. Todavía una hora antes del cierre de registro de alianzas, el candidato revelación de la campaña pidió a AMLO, vía Horacio Duarte, signar la unión. Él ni candidato quería ser. Las vueltas que da la vida. Columna anterior: Matar periodistas