El pasado 22 de mayo, durante un concierto en el estadio Manchester Arena, una persona afiliada al grupo terrorista DAESH perpetró un ataque suicida haciéndose explotar a las afueras de ese estadio, cobrando la vida de al menos 22 personas, entre ellos varios menores de edad, y dejando heridos a otros 59. Este ataque es uno de los más devastadores en Reino Unido desde el 2005.
Las autoridades británicas han responsabilizado a Salman Abedi, ciudadano británico de 22 años nacido en Manchester en el seno de una familia de origen libio. La ascendencia del atacante ha reforzado el estereotipo de los migrantes en Reino Unido, especialmente los de religión musulmana, lo cual fue uno de los factores principales para la salida del Reino Unido de la Unión Europea.
Desde la creación del grupo terrorista se han adherido reclutas que profesan la religión musulmana, principalmente de países de Medio Oriente. Desde hace unos años, miles de occidentales también han simpatizado con el grupo y se han adherido a sus filas para combatir en Siria e Irak, donde reciben entrenamiento y regresan a sus países de origen.
Una vez entrenados, estos simpatizantes crean células terroristas y realizan ataques contra la población civil; dichos ataques normalmente no son muy elaborados y se realizan en espacios cerrados con el objetivo de causar el mayor daño posible. De acuerdo con Mauricio Meschoulam, doctor en Políticas Públicas y Administración con especialización en Terrorismo, DAESH se encuentra en fase de declive en su centro de operaciones, razón por la cual sus atentados en Occidente, principalmente en lugares concurridos, han estado en aumento dando así un mayor efecto mediático.
Asimismo, estos ataques obstruyen la mayor herramienta de los países occidentales: la democracia, generando así desestabilización en los procesos electorales que da como resultado la imagen de instituciones débiles frente al terrorismo. Como ejemplo de lo anterior, el gobierno británico ha suspendido los actos de la campaña electoral para las elecciones anticipadas del 8 de junio de 2017, las cuales se realizarán debido a que se debe “asegurar el liderazgo fuerte y estable que el país necesita para atravesar el proceso del BREXIT y hacia futuro", según las propias palabras de la primera ministra Theresa May.
Además del Reino Unido, estos ataques también repercutirán en una de las elecciones más importantes en la Unión Europea, la de Alemania. Si bien, los últimos resultados electorales en los principales países de Europa ha predominado el europeísmo, esta elección es la más crucial, debido a la relevancia que ostenta la potencia alemana, quien es el líder político y económico de dicha región.
Aunque no existe algún perfil antieuropeo en las elecciones federales en este país, los resultados podrían mermar a nivel legislativo, dando mayor prioridad a la seguridad y al aislamiento, que al proyecto de integración europeo, ocasionando que independientemente del ganador, las alianzas y acuerdos sean más difíciles de concretar.
En definitiva, el último ataque ha dejado una marca no solo en Reino Unido, sino en todo el mundo. Desde México, nuestras condolencias y solidaridad con las víctimas y sus familiares.
*Rabindranath Salazar Solario es senador por el PT-Morena