Claudia Sheinbaum, delegada en Tlalpan, está convertida en un importante polo de atracción dentro de Morena como posible candidata a la jefatura de gobierno de la CDMX. Ha sido ceuista, académica, secretaria de Medio Ambiente capitalina, pero sobre todo un cuadro leal de Andrés Manuel López Obrador.
El encontronazo entre Martí Batres y Ricardo Monreal en Morena decantó el respaldo interno hacia la delegada. Si sólo se tomaran en cuenta a los integrantes del partido, no hay duda de que sería la candidata en el 2018.
Los morenos confían en que Sheinbaum no se iría por la libre y mantendría su lealtad a Andrés Manuel, pero el riesgo es que siempre verán al tabasqueño detrás de ella.
La disputa por Tlalpan en 2015 fue el primer cargo de elección popular que ganó, esa demarcación estaba prácticamente en sus manos por la mala administración de su antecesora Maricela Contreras; por tanto Sheinbaum no está acostumbrada ni a la contienda interna y ni a la externa, ésa es una de sus desventajas si tiene que enfrentar a Monreal.
Pero la delegada tiene su propio target, que es el sector universitario, donde inició su activismo e hizo carrera como investigadora. Sigue tejiendo alianzas que le dan mucha presencia en la UNAM, una de las más recientes la que hizo en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales.
Arturo Chávez es operador de la delegada y se encargó de los acuerdos, compromisos y negociaciones en Ciencias Políticas a favor de la postulación de Angélica Cuéllar. Finalmente, él logró el respaldo necesario y desde el año pasado tienen la dirección de la Facultad.
Muchos compromisos siguen pendientes, pero con Cuéllar como directora de la Facultad y Chávez como secretario, Morena tiene una importante presencia e influencia entre un estudiantado politizado.
Muchos de sus compañeros y amigos de esa época estudiantil hoy la acompañan en la responsabilidad que tiene como delegada; además, una de sus asesoras es Lenia Batres, hermana de Martí, otro ceuista.
Durante un tiempo parecía que la carrera política de su marido Carlos Imaz era más vertiginosa que la de ella, pero la estrella del ex líder estudiantil dejó de brillar cuando aparecieron los videos donde se embolsó el dinero de otro Carlos, el empresario argentino de apellido Ahumada. Los enemigos de Sheinbaum siempre tendrán esa carta contra ella.
Una de las polémicas más controvertidas de López Obrador como jefe de gobierno, ente 2000 y 2005, fue el escándalo por los contratos para la construcción del segundo piso del Periférico, Sheinbaum, que entonces era la secretaria del Medio Ambiente capitalino, estuvo a la cabeza del proyecto.
La política puede enorgullecerse de haber sido Adelita, como se le llamó a las mujeres que acompañaron a López Obrador en el cierre de Reforma tras la elección de 2006, pero si algo le molestó al sector económico de la ciudad fue ese plantón. Esa es otra factura pendiente.
No obstante la delegada sí tiene un origen y formación de izquierda, eso es importante para una ciudad que se dice progresista.
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