El titular de la Secretaría de Hacienda volvió a señalar que la gasolina robada en los ductos de Pemex circula en la economía formal, a través de gasolineras con fachada de negocio legal e incluso en el transporte público. Así, mientras el consumidor mexicano está seguro de estar comprando combustible legítimo todos los días, desconoce que la ordeña se filtra en su coche. Es más, ahora dice José Antonio Meade, los que pagan su pasaje en el camión, tampoco sospechan que son parte de un robo a la nación que representa pérdidas por alrededor de 35 mil millones de pesos anuales, unos 97 millones de pesos diarios.
En entrevista con Óscar Mario Beteta, en Radio Fórmula, el secretario reiteró lo dicho a El Heraldo de México, que la SHCP junto con Procuraduría General de la República, que encabeza Raúl Cervantes Andrade; Petróleos Mexicanos, de José Antonio González Anaya; la Profeco, de Rafael Ochoa Morales; e instancias de seguridad, están realizando operativos en las gasolineras sospechosas, principalmente en Puebla.
"La gasolina robada tiene un precio que oscila a los nueve pesos. Eso refleja el costo que implica el llevar la gasolina robada de su origen hasta su punto final, implica tráilers, ingeniería, vigilancia, implica todo un operativo que tenemos que encontrar una forma de encarecer y de hacer más difícil para que los precios de la gasolina robada, no sean competitivos", explicó en Radio Fórmula.
Lo interesante es que, como dice el secretario Meade, el gobierno comenzó a coordinarse para perseguir este delito, no solamente centrándose ya en los huachicoleros. Con la participación de la Secretaría de Hacienda queda el mensaje claro de que van contra los empresarios que hacen de las gasolineras una fachada para ganar dinero que debería servir para programas sociales o mejorar este país.
Ojalá los operativos sirvan para disuadir a los propietarios de estaciones de gasolina y los operadores, dándoles a entender que hay un monitoreo de sus actividades y que podrán ser castigados si son descubiertos vendiendo combustible robado. La guerra contra los millonarios detrás de los huachicoleros ya comenzó. Ahora también van tras la pista de esos dueños de camiones de pasajeros que seguramente se quejan por las alzas del combustible, cuando en realidad están subsidiados por el crimen organizado.
Gerardo Reyes Guízar, descansa en paz
"Yo ando en el hospital y espero verte pronto, cuentas con todo mi apoyo en este cambio, eres un gran profesional y sobre todo amigo", así más o menos fueron los últimos mensajes que me mandó Gerardo Reyes Guízar cuando salí de Forbes. "Tanta medicina encima sólo me confunde". Esperaba verlo para despedirme. Siempre estaré agradecido con él. Era uno de mis jefes hace unos días, sin duda el más lúcido y educado de los tres. Ayer falleció. Descansa amigo, descansa... Mi más sentido pésame a su familia.
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