Nunca como ahora se había registrado tal preocupación en la Universidad Nacional Autónoma de México. La inseguridad amenaza a la comunidad que vive y estudia dentro de Ciudad Universitaria. Los dos casos de asesinatos, uno dentro del Campus y otro a las afueras en lo que se conoce como la Cantera, predio administrado por el Club Universidad Nacional A.C, han provocado nerviosismo en maestros, estudiantes y personal administrativo.
Si bien la Procuraduría de Justicia de la Ciudad de México investiga ambos asesinatos, al día de hoy se maneja un sinfín de especulaciones sobre el origen de estos actos. El Rector de la UNAM, Enrique Luis Graue Wiechers, recibió en sus oficinas a la secretaria de Gobierno, Patricia Mercado, con quien llegó a los siguientes acuerdos de acción:
1.- Incorporar a profesoras de la Universidad a la investigación del asesinato de la joven Lesvy Osorio. 2.- Reforzar la vigilancia en las inmediaciones de Ciudad Universitaria con patrullas de la Policía capitalina, en la entrada de Universidad 3000, acceso Cerro del Agua y en el Metro Universidad; la policía en ningún momento ingresará a las instalaciones de la Universidad. 3.- Reordenar el comercio informal alrededor del metro Copilco y Universidad.
Horas después de informadas estas acciones, apareció un segundo cuerpo en el lago uno del Club Pumas que en estricto sentido está fuera de Ciudad Universitaria, al otro lado de la avenida Delfín Madrigal. Sabemos que la Universidad es el reflejo de nuestra nación y así sucede: pérdida de la sensación de seguridad, miedo al recorrer el campus, quejas en contra de algunos maestros que abusan de su autoridad, vigilancia insuficiente, ambulantaje desbordado y ahora la aparición de muertos a manera de mensajes.
El pasado fin de semana, Wilbert Torre se preguntaba en El Heraldo de México: ¿por qué tanta maldad? ¿en qué momento nos convertimos en bestias? ¿cuándo terminará esta pesadilla? Yo pienso que la maldad apareció al momento en que se agudizó la frustración por falta de oportunidades; el abandono de las causas sociales es la razón de este fenómeno. Nos convertimos en bestias, al momento de dejar atrás la transmisión de los valores cívicos más esenciales. La pesadilla terminará cuando decidamos como sociedad asumir nuestras propias responsabilidades en lugar de dejar que todo lo hagan los gobiernos.
Corazón que sí siente
En lo personal, lamento la salida de Elena Cárdenas como Directora de Comunicación Social de la Procuraduría de Justicia de la Ciudad de México, los inapropiados mensajes de Twitter con información personal de Lesvy Osorio, precipitaron la caída de una gran operadora política y de comunicación de la administración Mancera; difícil prueba para ella, sabemos que los verdaderos amigos se conocen en la desgracia. Desde aquí mis deseos de éxito en tus nuevos caminos, Elena.
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