La cifra ya no mueve a la sorpresa: en octubre, mientras una parte del país se recuperaba del sobresalto de los sismos de septiembre, se mató a más gente que en los últimos 20 años. Las carpetas de investigación de homicidios —reportados oficialmente ante alguna autoridad— se ubicaron en 2 mil 371. En lo que va del año, México registra 23 mil 968 asesinatos y no se ve cuándo la ola violenta pueda terminar.
Estados que anteriormente no sobresalían en el conteo de muertos, se encuentra en los primeros lugares. Baja California Sur retrata esa tragedia. Se sextuplicó en número de homicidios dolosos de 2016 a 2017 y el lunes mataron al ombudsman; ya es el tercero más violento del país, por detrás de Colima y Guerrero, si hablamos de la tasa de homicidios por cada 100 mil habitantes.
La muerte del director de Izzi, Adolfo Lagos, en el Estado de México nos fuerza a ver las cifras en la entidad más poblada del país. Es la segunda donde más asesinatos se comenten y la tercera con más casos de secuestro. Es líder en reportes de extorsión. Ni hablar de los casos de robo, ya que se estima que más del 90 por ciento de los atracos ni se denuncian.
En Ciudad de México, todos los días sabemos que asaltaron a alguien, que le robaron el celular, la cartera o autopartes.
Este año todos los indicadores del crimen van a la alza. Las organizaciones ciudadanas que monitorean el tema de seguridad no se cansan de advertir lo mal que vamos.
Tenemos un sistema de justicia severamente cuestionado por liberar a muchos delincuentes. Los gobernadores se han tirado a la hamaca y no han creado nuevos cuerpos policiacos. Las fuerzas armadas siguen demandando a los diputados un marco jurídico para enfrentar a la delincuencia —aunque en realidad lo que quieren es volver a sus cuarteles— pero no encuentran respuesta a su petición. El panorama no puede ser más desolador para los siguientes meses.
Es una pena decirlo, pero estamos ante el fracaso del plan de seguridad de Enrique Peña Nieto, ideado y ejecutado por Miguel Angel Osorio Chong. Concentrar las labores en Gobernación ha tenido pésimos resultados. Mezclar las labores de política y protección en el entorno de brutalidad de la segunda década del sigo 21 no rindió frutos. Diagnósticos hubo muchos, pero faltó voluntad política para dejar de lado coyunturas electorales. El tiempo se le agota a esta administración. Parece que el empeño de mejorar, también.
CONTRASEÑA: Al final, el anunciado registro de la coalición PAN-PRD-MC fue un mero show montado por Dante Delgado. Los líderes de esos partidos acudieron el lunes al INE, solo a informar sobre su plataforma, en un trámite totalmente innecesario. Nada de método de selección ni de reparto de candidaturas. Todo indica que la coalición no será total, para que cada partido pueda aprovechar los tiempos gratuitos en radio y televisión. Para ello, irán juntos en 299 distritos.
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