Turismo y medición

“La claridad de la visión y la calidad de las métricas hacen la diferencia entre los aficionados y los profesionales” Anónimo El desarrollo económico, social y ambiental de nuestro país depende en gran medida de la capacidad de gobierno, a todos sus niveles, para generar políticas públicas eficaces y con un uso eficiente de los recursos. Un ingrediente indispensable de la tarea de gobierno es la medición. En sentido estadístico, la industria turística no es una industria, sino un “constructo”, una abstracción teórica para entender –y medir- el fenómeno turístico a partir de los componentes que toma de otras industrias: transporte, alimentos y bebidas, alojamiento temporal, etc.; resultado de ello, la estrecha relación que ha debido construir la SECTUR con diversas organizaciones públicas y con los privados del mismo sector, para generar datos e información confiable para su toma de decisiones. Las primeras estadísticas turísticas se refirieron a los flujos aéreos y carreteros, a través de los manifiestos aéreos y registros administrativos que genera la Secretaría de Comunicaciones y Transportes. Hacia finales de los años 90 se construyó el DATATUR, ejercicio colaborativo entre la SECTUR, los gobiernos estatales y la industria hotelera, para generar información sobre la oferta de hospedaje: cuartos disponibles por categoría, ocupación, llegadas de turistas nacionales y extranjeros en casi 90 destinos turísticos, complementado con información diversa de otras fuentes. En el año 2000 se construyó la primera Cuenta Satélite del Turismo de México y primera en Latinoamérica, con lo cual se sustentó la contribución económica de la actividad para el país. Las tortuosas gestiones de petición de información sobre flujos internacionales de turistas –tras los infames ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001- acelerarían el proceso de automatización y digitalización de cruces fronterizos, dando paso a la creación del Sistema Integral de Operación Migratoria (SIOM) que actualmente permite conocer nacionalidad de origen y residencia en 40 aeropuertos internacionales, mediante la lectura óptica de pasaportes. En 2005 surgió también el Sistema Integral de Información de Mercados Turísticos, plataforma del CPTM, para mostrar información sobre mercados emisores de turismo. La Ley General de Turismo incluyó por primera vez la obligación de generar herramientas de georreferenciación de la información turística. El Atlas Turístico muestra la ubicación de los atractivos turísticos y servicios. Formalmente es una herramienta de promoción, si bien su potencial es muy amplio en términos de planeación y análisis. El turismo de México también empieza a incursionar sobre el uso de Big Data y –con ello- la construcción de estadística turística de nueva generación.   Columna anterior: Pueblos mágicos, distribución del desarrollo