Historia de un pésimo e irresponsable peritaje

La rebelión sindical y con justa razón en contra de la SSP-CDMX de Hiram Almeida, que intentó retomar actividades administrativas en el edifico de Izazaga 89 severamente dañado por el sismo, desató una crisis laboral por el reacomodo del personal y lo más grave es que enciende la alerta en el caso de inmuebles en riesgo que deben demolerse, pero que seguramente habrá quien ofrezca una mordida en Obras, le pase una manita de gato y vuelva a hacerlo funcionar como si nada hubiese pasado. Sobre el segundo punto no es una idea sacada de la manga. En el 85 ya ocurrió. Nadie dijo nada en 32 años hasta que el 19S exhibió más de 10 inmuebles en Cuauhtémoc. Está el caso de Ámsterdam 25 en la Condesa, donde no sólo se ignoró la orden de demolición sino que le echaron otros dos pisos hasta que con el sismo reciente las lozas terminaron como una porción de pastel mil hojas. Al edificio de Izazaga, de 16 niveles, donde el gobierno central y SSP tienen oficinas con plantilla de hasta 700 personas por piso, se dio la orden para que después de una semana del temblor volvieran a las actividades en medio de trabajos de albañilería, pero el simple hecho de pensarlo puso histérico al personal: los que vivieron el sismo en el interior vieron los vidrios reventar, los muros estrellar, las trabes desmoronar y en el intento de evacuar en los pisos dos y cuatro la gente quedó atrapada en las escaleras. Un video en poder de esta columna muestra cómo preso del pánico un joven acaba lanzándose por el segundo piso. Hoy sigue hospitalizado por fracturas. Tuve acceso a los grupos de WhatsApp en donde una funcionaria dijo a jefes de área que un dictamen avalado por Protección Civil concluyó que el inmueble estaba en buena condiciones. Pero a simple vista el edificio está ladeado. Si eso ocurre en los edificios que albergan funcionarios públicos, entonces: ¿Qué se puede esperar de los privados? Líderes sindicales de la SSP hicieron lo correcto: se opusieron al regreso de su gente, distribuida en cuatro pisos. Se reconsideró la situación del inmueble y hay pisos, como el nueve, del que ya ni las cosas sacaron. Ahora, hay personal que no está yendo a trabajar porque no hay dónde hacerlo. Diversos sectores de policía están sobrepoblados de personal administrativo. Los niños del Centro de Desarrollo Infantil en el sector Balbuena fueron enviados a sus casas porque las aulas de estudio fueron ocupadas por los de recursos humanos. También se está pidiendo a empleados adelantar sus vacaciones. En los grupos internos de WhatsApp circula la noticia de que quién sabe cuándo, pero las oficinas se mudarán a Xochimilco, lo cual empieza a generar protestas por la lejanía. Es necesario que pronto haya comunicación oficial para no crear falsa alarma. Pero lo más importante es que no tengamos que lamentar más muertes por negligencia en los peritajes de los edificios en general o por la corrupción que suele ser cruel y asesina.   Columna anterior: El kumamotismo se expande