Las personas que habitaban en el campamento instalado en la Plaza Giordano Bruno, ubicado en la colonia Juárez de la Ciudad de México, fueron desalojados por personal del Instituto Nacional de Migración y la Guardia Nacional.
Durante la noche del 5 de junio, decenas de elementos de la Guardia Nacional, acompañados por policías de la Secretaría de Seguridad Ciudadana y funcionarios migratorios, disolvieron el campamento.
Sigue leyendo:
Policía de Guerrero rescata a 21 migrantes víctimas de tráfico de personas
AMLO sostiene llamada con Joe Biden, planean colaboración en migración de la frontera
Los migrantes desalojados, en su mayoría de origen haitiano, fueron trasladados en autobuses a distintos centros migratorios, ubicados en los estados de Morelos, Puebla y Tlaxcala.
De acuerdo con grupos defensores de derechos humanos, las autoridades les ofrecieron documentos temporales para garantizar su estadía legal en el país a cambio de que desalojaran la plaza.
Acusan falta de personal de derechos humanos
Algunas organizaciones, como el Grupo de Monitoreo Frontera Centro, señalaron que no se contó con la presencia de visitadores de derechos humanos para asegurar un trato digno a las personas que se encontraban en el campamento.
Según el grupo, entre las personas trasladadas en los once autobuses fletados por las autoridades federales, se encontraban niños, mujeres, ancianos y personas que padecen alguna enfermedad.
Hasta el momento, ni el gobierno capitalino ni el Instituto Nacional de Migración han realizado alguna comunicación oficial al respecto del desalojo de este campamento, el cual fue motivo de quejas por parte de vecinos de la zona.
Cuadrillas de servicios de limpieza del Gobierno de la Ciudad de México ya trabajan en el retiro de las carpas y algunas de las pertenencias que dejaron los migrantes antes de ser desalojados del lugar.
