José Luis Moyá, quien es acusado de extorsionador, llegó a la Asamblea Legislativa de la Ciudad de México por recomendaciones que le hicieron a Salvador Abascal Carranza, quien entonces presidía la Comisión de Hacienda. Lo contrató como uno de sus asesores.
Sin embargo, en agosto de 2003, éste se ostentaba como secretario particular del asambleísta para introducirse engañosamente en las dependencias federal y local, a fin de obtener información y luego presentar denuncias por supuestas irregularidades administrativas, como adquisiciones de equipo de oficina y flotillas de vehículos con sobreprecio.
"Hice una carta que circulé en todas las secretarías diciendo que no podía él pactar (a) mi nombre, porque no le había dado ningún nombramiento, que actuaba por cuenta propia... que había cesado sus funciones conmigo", recordó Abascal.
En ese sentido, acusó a Moyá de cometer abuso de confianza, ya que entre otras ilegalidades presentó una denuncia por supuestas irregularidades cometidas en la SSP e Federal y lo despidió.
"No es posible que siga este sujeto haciendo daño como me lo quiso hacer a mí".
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UN MERCENARIO DE LA INFORMACIÓN
José Luis Moyá Moyá no solo se dedica a la extorsión, también usurpa funciones
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