Desde el sábado 25 de marzo, la Comisión Ambiental de la Megalópolis (Came) activó la Fase I de la Contingencia Ambiental en la Ciudad de México y los municipios conurbados debido a la alta presencia de ozono en el aire. Esta es la segunda vez que se aplica esta medida y para este año se prevé que el organismo active entre cinco y siete contingencias debido a que se adelantó la temporada de ozono, informó su director Víctor Hugo Páramo Figueroa.
“Es un poquito adelantado, pero ha ocurrido en otros años que es un poco antes la temporada de ozono”, dijo en conferencia de prensa hace un mes; asimismo, explicó que la temporada de ozono va de finales de febrero a inicios de junio, previo al comienzo de la temporada de lluvias y del clima cálido-seco.
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¿Cuáles son los efectos del ozono en la salud?
La Organización Mundial de la Salud (OMS) dice que cuando la concentración de ozono en el aire que se respira es superior a los 240 µg/m3 y ésta se mantiene durante más de ocho horas, existe un claro riesgo para la salud: reduce considerablemente la función pulmonar, inflama las vías respiratorias y potencia el asma, además de favorecer las infecciones respiratorias.
Aunque cada persona reacciona de manera diferente, existen algunos grupos de riesgo como:
- Personas con enfermedades respiratorias crónicas: la inhalación de ozono puede agravar los síntomas de su enfermedad. En el caso los asmáticas, podría desencadenar crisis de exacerbación
- Niños: son los más sensibles, especialmente si pasan mucho tiempo jugando al aire libre
- Adultos: aquéllos que realizan una intensa actividad física en el exterior, como trabajadores urbanos, obreros de la construcción, los deportistas, etc. Con la actividad se aumenta la frecuencia respiratoria y por tanto se inhala mayor cantidad de aire contaminado.
- Personas alérgicas o especialmente sensibles
En tanto, los efectos sobre la salud dependerán del grado de exposición al ozono (en tiempo y cantidad):
- Envejecimiento prematuro de los pulmones
- Deterioro de la función pulmonar
- Irritación de los ojos, la nariz y la garganta
- Tos
- Ataques de asma
- Dolores de cabeza
- Alteración del sistema inmunológico
¿Qué otro tipo de partículas se consideran para activar una contingencia?
Hay otro tipo de partículas por las cuales se puede activar una contingencia ambiental. Las partículas suspendidas son restos de sustancias orgánicas o inorgánicas que se dispersan en el aire, las cuales proceden de fuentes naturales y artificiales.
Según los efectos que causen a la salud, el Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático (INECC) detalla que éstas se dividen en:
- PM10 / Gruesas: Partículas “torácicas” menores de 10 µg/m3 que pueden penetrar hasta las vías respiratorias bajas, como polvo, polen o ceniza volcánica
- PM2.5 / Finas: Partículas “respirables” menores de 2.5 µg/m3, que pueden penetrar hasta las zonas de intercambio de gases del pulmón, como la bruma o el humo
- Partículas ultrafinas: Son menores de 100 µg/m3 y pueden llegar a pasar por el torrente circulatorio, como gases naturales o sulfatos
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