Con los asesinatos de los sacerdotes jesuitas Joaquín Mora Salazar y Javier Campos Morales en Chihuahua, ya suman siete los crímenes contra sacerdotes ocurridos durante lo que va del sexenio, cifra preocupante no solo por las muertes sino por lo que representan al atentar contra las instituciones religiosas.
En entrevista con Guadalupe Juárez y Sergio Sarmiento para El Heraldo Media Group, el padre Omar Sotelo, director del Centro Católico Multimedial (CCM), lamentó el asesinato de los jesuitas en Chihuahua y señaló que en los últimos trece años México se ha convertido en uno de los países más peligrosos para ejercer el sacerdocio.
Condenó que ya van siete los religiosos asesinados y recordó a cada uno de ellos, así como la circunstancias en las que perdieron la vida.
Denuncias del gremio sacerdotal
A través del libro “Tragedia y crisol del sacerdocio en México”, el cual también se puede ver a través de un documental en la plataforma Youtube, se retoman algunos de los casos y se da a conocer la situación real del país ante la violencia generalizada.
En este contexto se entiende como en el lapso de 13 años México se ha convertido en uno de los países más peligrosos para ejercer el sacerdocio, destacó.
Al respecto, Omar Sotelo, director del CCM, puntualizó que cuando se asesina a un sacerdote no se asesina solo a una persona, sino que se atenta contra toda una institución, pues la iglesia apoya a las comunidades donde el gobierno no puede llegar, con educación, alimentación y otros proyectos.
“Si es tan fácil matar a un sacerdote es fácil matarla cualquiera, ese es el mensaje que se manda”, señaló.
Agregó que cuando se mata a un religioso se siembra incertidumbre en la comunidad y se genera una narcocultura, una narco economía y narcopolítica en las comunidades.
Concluyó señalando que con este tipo de asesinatos se atentan contra una institución que de alguna forma atenta con ellos y denuncia sus actividades.
SSB
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