Maria Eugenia Campos, gobernadora de Chihuahua, confirmó que se encontraron los cuerpos de sacerdotes Javier Campos, Joaquín Mora y del guía de turistas Pedro Palma.
De acuerdo con la líder local, los trabajos forenses que se hicieron sobre los cadáveres permitieron reconocer plenamente a los hombres que habrían sido asesinados por José Noriel Portillo, mejor conocido como "El Chueco".
"Esperamos tener más información más adelante, les estaremos informando", dijo la gobernadora.
Desde ayer, fecha en la que se llevó a cabo el asesinato, no se tenía idea de dónde habían sido llevados los cuerpos. Javier "El Pato Ávila", sacerdote que fue testigo de estos hechos, aseguró que el criminal le habría pedido disculpas por los hechos y después huyó con los cadáveres.
Las autoridades locales implementaron un operativo para encontrar los cuerpos de las víctimas, el cual culminó con las acciones narradas por las gobernadora Campos.
Los hechos ocurrieron la tarde del lunes en la localidad antes mencionada, de acuerdo con versiones recogidas por testigos y autoridades estatales, cuando presuntamente Pedro Eliodoro Palma, guía de turistas quien ingresó al recinto religioso para huir de un civil armado, mismo que lo siguió hasta el templo de la comunidad donde finalmente lo asesinó, al igual que a los dos religiosos quienes presuntamente habrían intentado protegerlo.
La autoridad estatal ofreció este miércoles una recompensa de cinco millones de pesos a quien proporcione información que veraz, fidedigna, útil que conduzca a la captura de “El Chueco”, presunto autor material de este triple crimen que conmocionó no solo a la región y al estado, sino que mereció una condena por parte del máximo jerarca de la iglesia Católica, el Papa Francisco, quien también pertenece a la misma orden religiosa de La Compañía de Jesús, mejor conocidos como “jesuitas”.
"Me duele mucho porque conviví con ellos"
En entrevista con Jesús Martín Mendoza, el padre Javier "El Pato" Ávila habló de lo que significaba para él perder a sus dos colegas a manos de "El Chueco".
Al respecto dijo que era un asunto que le dolía de manera personal, debido a que con Jorge convivió casi 50 años de labor. Aseguró que la situación es algo que marca a la comunidad, debido a que los clérigos eran personas muy queridas en la entidad.
"En México los muertos de hoy sepultan a los muertos de ayer”, dijo.
Con información de Federico Guevara
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