El aumento de 1.1 grados centígrados en la temperatura nacional promovió la acumulación de contaminantes en el ambiente, mismos que este mayo provocaron dos de las contingencias más largas, desde hace seis años.
Con una vigencia de 51 horas, la tercera contingencia de la temporada en la Ciudad de México se convirtió en las más peligrosa, seguida por la más reciente, que fue de 27 horas, durante este fin de semana; largos periodos a los que la población se tendría que acostumbrar, en caso de que se mantenga la tendencia del aumento de calor en el país.
Lo anterior, debido a que, según datos del departamento de Física de la Tierra y Astrofísica de la Universidad Complutense de Madrid, el ozono es un contaminante secundario que se forma a partir de reacciones fotoquímicas entre tres elementos: óxidos de nitrógeno, que surge de la quema de combustibles fósiles; compuestos orgánicos volátiles, presentes sobre todo en productos agroquímicos, y los rayos de luz solar.
Esto quiere decir que entre más calor hay mayores probabilidades de que se generen y acumulen toxinas en el ambiente. Dicha situación representa un riesgo cada vez más alto debido a que durante abril, el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) detectó que el cuarto mes del año fue de 23.4 grados centígrados, 1.1 grados centígrados más caliente que el promedio mensual registrado de 1991 a 2020, y aunque no se tienen datos de este mayo, el periodo ya se perfila como uno de los más calurosos del siglo.
“El Cambio Climático podría causar un aumento en la frecuencia de periodos muy calurosos combinados con altas concentraciones de contaminantes dando lugar a cierta sinergia entre los efectos negativos de ambos fenómenos”, detalla un informe de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris).
A la par, el panorama actual no sólo afecta de manera climática, pues el calor prolongado también puede provocar un aumento en la dispersión de alérgenos, como esporas de hongos y polen, lo que incrementa las reacciones alérgicas y asma.
Prueba de ello son las cifras que recoge la Secretaría de Salud, a través del Boletín Epidemiológico Nacional, mismo que detalla que para la semana 18, que abarca hasta el 7 de mayo, se reportaron 38 mil 460 casos de asma, 48.52 por ciento más que los 25 mil 895 que se registraron el año pasado.
Los perjudicados por los efectos del calor y de la luz pasaron de 336, hasta mayo de 2021, a 599 en 2022, lo que es un aumento de 78.27 por ciento en un año.
PAL