Al menos ocho de los 10 años más cálidos han ocurrido en la última década y, de acuerdo con estimaciones de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), la temperatura aumentará 1.5 grados centígrados para inicios de 2030 y dos grados, para 2040 en el planeta, con respecto a principios del siglo pasado.
Tan sólo el mes anterior fue considerado uno de los abriles más calientes y lluviosos en la historia de México, de acuerdo la Comisión Nacional del Agua (Conagua), pues la temperatura media nacional, durante el cuarto mes del año, fue de 23.4 grados centígrados, 1.1 grados más caliente que el promedio mensual registrado de 1991-2020, que fue de 22.3 grados.
El problema se agrava para mayo, la temporada más calurosa del año, que ha traído hasta 50 grados de sensación térmica en zonas de Sonora y Yucatán, además de que, según datos del Servicio Meteorológico Nacional (SMN) para este mes se espera un déficit de lluvias a nivel de 1.3 mm o 3.2 por ciento por debajo del promedio, a pesar de la llegada de la temporada de lluvias.
“Estos 1.5 grados es un límite, por así decirlo, seguro para el planeta, porque a partir de ahí los riesgos aumentarán mucho”, comentó la investigadora del Instituto de Ciencias de la Atmósfera y Cambio Climático, Paulina Ordóñez Pérez.
Además, consideró que las estrategias que México implementa para disminuir el aumento de la temperatura no son suficientes y se alejan de las estimaciones del Acuerdo de París.
Prueba de ello son las calificaciones que el país recibe de los organismos internacionales como el Rastreador de Acción Climática, que evaluó altamente insuficiente las políticas y acciones de México para mitigar los efectos del cambio climático, al detallar que las estrategias conducen a un aumento, en lugar de una disminución, de las emisiones y no son en absoluto consistentes con el límite de temperatura de 1.5 grados del Acuerdo de París.
Ordóñez Pérez insistió en ver al cambio climático como una amenaza real y contribuir a su disminución a través de un correcto y moderado uso de los recursos naturales, así como exigir a los gobiernos y empresas, fomentar políticas públicas para evitar una mayor contaminación.
PAL