La deuda por nueve mil 500 millones de pesos es la manzana de la discordia por la que legisladores mexiquenses no han aprobado el Paquete Fiscal 2022. En Morena piden que se ajuste de 326 mil a 317 mil millones de pesos, pero el PRI defiende que hay capacidad de endeudamiento.
Al no haber presupuesto de este año, para solventar la actividad gubernamental entre salarios y servicios generales, entró el de 2021, y de no haber un acuerdo el 31 de enero, será el que prevalecerá.
El diputado morenista, Faustino de la Cruz Pérez, pide un plan B en el que no se contemple una nueva deuda y que el gobierno apriete el cinturón para tener recursos para las obras del aeropuerto.
Su compañero de bancada, Daniel Sibaja González, afirmó que están listos para votar el Paquete Fiscal, pero restando el crédito de nueve mil 500 millones de pesos, pues ya se han pedido más de 23 mil millones en años pasados.
Desde la bancada del PRI se recordó que el Estado de México tiene una capacidad de endeudamiento de hasta 22 mil millones de pesos, sin perder la solidez financiera que mantiene actualmente, por lo que la solicitud de financiamiento es completamente viable.
El vicecoordinador, Enrique Jacob Rocha, dijo que la negativa de Morena de aprobar el endeudamiento con el argumento de que podría ser utilizado con fines electorales resulta “mezquino”, porque se trata de recursos destinados a obra pública, además de que cumple con los parámetros de la Ley de Disciplina Financiera.
El legislador señaló que el Edomex está atravesando por un momento financiero difícil, debido a la reducción de las participaciones federales, que para el cierre de 2022 sumarán siete mil 500 millones de pesos.
En tanto, el coordinador de los diputados del PAN, Enrique Vargas del Villar, cuestionó que al no haber Paquete Fiscal 2022, no se da certeza a los empresarios, y Morena al rechazar un nuevo crédito frena las obras federales.
Y el líder del PVEM, José Alberto Couttolenc, urgió la aprobación del presupuesto porque dijo que es penoso que sea el más importante del país y no se tenga.
Por Gerardo García y Leticia Ríos
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