Mauricio Romero fue uno de los dos asesinados por la explosión de un paquete en Salamanca, Guanajuato; un hombre honesto, trabajador y visionario, aseguró su hermano, Eddie Romero.
Mauricio era un hijo querido, hermano entrañable y amigo de muchos, siempre alegre y siempre servicial, describió su hermano en sus redes sociales, donde además expresó que lo que vive su familia no estaba ni en una de sus pesadillas más oscuras “pareciera sacado de una película”.
“Siempre creemos que eso solo pasará a nuestro alrededor pero que nunca llegará a nuestros seres queridos; pero un día te enfrentas a ésto, un acto terrorista que trastoca la tranquilidad no sólo de nuestra familia, sino de toda una comunidad que hoy llora como nosotros la pérdida de personas buenas y trabajadoras”, agregó Eddie Romero.
Indicó que pese a lo anterior, no lo invade un sentimiento de dolor, sino más bien de desesperanza, frustración, miedo y enojo.
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No está de más exigir justicia, ¿pero sabes que es más triste? Que aún cuando logremos justicia sobre este hecho, eso no nos dará la paz y la tranquilidad que tanto añoramos, sentenció.
Además, afirmó que en estos momentos los ciudadanos son rehenes de una “bola de miserables delincuentes, de políticos y funcionarios incompetentes” que han llevado a la sociedad a convertirse en algo podrido donde a pesar de que son más los buenos, los malos son los que gobiernan.
¿Cómo fue el ataque con el paquete explosivo?
Alrededor de las 19:14 horas del pasado domingo, un hombre y una mujer que viajaban a bordo de una motocicleta llegaron al restaurante Barra 1604 ubicado sobre la avenida Faja de Oro e Insurgentes, en la colonia El Deportivo, detalló la Fiscalía General del Estado de Guanajuato (FGEG).
Los mensajeros entregaron entonces una caja que contenía un paquete en su interior, la cual fue recibida por el gerente Mario Hernández y el socio comercial Mauricio Romero en las inmediaciones del restaurante.
Sin que dieran mayores pormenores, los mensajeros se fueron en la motocicleta para dejar a los dos hombres con el paquete en sus manos que al abrirlo de inmediato estalló con una fuerte explosión que mató a ambas personas.
Mario Hernández era el gerente del restaurante Barra 1604 y ese domingo festejaba su cumpleaños junto con Mauricio. El paquete que estalló tenía dentro un arreglo de flores y globos en el que venía oculto el explosivo.
Este martes, Eddie Romero informó que respetando la voluntad de Mauricio, despidieron sus restos mortales en la funeraria de la sección 24 en Salamanca.
RMG