A cinco días de la votación, la violencia política no sólo se mantuvo presente entre los candidatos a un puesto de elección, sino también entre representantes de casilla.
El caso más sonado fue el de Marilú Martínez, candidata de Movimiento Ciudadano a la presidencia municipal de Cutzamala de Pinzón, Guerrero, quien fue secuestrada junto con su familia.
El coordinador estatal del partido, Adrián Wences, detalló que al domicilio arribaron más de 40 camionetas y responsabilizó del secuestro al actual alcalde, Timoteo Arce, quien apoya a su esposa, Rosa Jaimes, quien compite por el PRI. Hasta la noche de ayer ni el partido ni las autoridades se pronunciaron al respecto.
En tanto, la noche del martes, el candidato a la alcaldía de Purúandiro, Michoacán por el Partido PVEM, José Luis Cortés Olmedo, fue víctima de un atentado.
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Denunció que al conducir fue interceptado por dos sujetos que manejaban una motocicleta, mismos que dispararon en su contra, sin que se registraran lesionados.
En tanto, el secretario general de Morena en Guerrero, Marcial Rodríguez, denunció que civiles armados interceptaron a un coordinador de representantes de casilla, en Zumpango, para exigirle un alto a su labor, posteriormente lo dejaron ir. Por ello, solicitó patrullaje constante durante los comicios.
Por Frida Valencia
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