Familiares, amigos y vecinos de Tláhuac realizan una procesión con el féretro en hombros de Juan Luis Díaz Galicia, una de las 25 víctimas del colapso de la Línea 12 del Metro.
Con la melodía de Las Golondrinas entonada por un mariachi, el cortejo fúnebre salió de la casa de Juan Luis en la colonia Tierra y Libertad hacia la iglesia de Tláhuac, en un trayecto de dos kilómetros, por el cual pasaron por los barrios de Los Reyes y Candelaria.
Los deudos partieron de nuevo con el ataúd en hombros de Juan Luis hacia el Panteón de Tláhuac donde será sepultado.
"¡Por qué así, por qué así!", lamentó la señora Francisca, abuela de Juan Luis al salir de su vivienda.
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En la procesión están presentes Luis Díaz, y Juliana Torres, hijo y viuda de la víctima, así como sus hermanos Enrique y Nadia. Al último adiós asistieron más de 120 personas.
"¡Esto no debió pasar!", lanzó una de las familiares mientras los demás entraron al Panteón General de Tláhuac con el clamor de "¡Justicia, justicia, justicia!".
Como parte de la tradición de los habitantes de los barrios originarios de Tláhuac, los familiares además de velar a su ser querido prepararon en platillo que más le gustaba, Pepita de chile, y lo ofrecieron a los deudos por la mañana después de una misa de cuerpo presente.
El lunes pasado, Juan Luis, quien era chófer de una empresa, tomó la línea 12 del Metro para volver a su casa. Sin embargo, ya no regresó porque viajaba en el tren que cayó con el vencimiento de una trabe del tramo elevado a la altura de la estación Olivos.
Él aún llegó al hospital Belisario Domínguez del gobierno capitalino, ubicado a unos metros del incidente, pero falleció cerca de las 3 de la mañana. Juan Luis iba acompañado de Gabriela Ramírez, quien también murió en el colapso y su cuerpo fue llevado a Hidalgo.
Por: Gerardo Suárez
dhfm