Debido a la pandemia del COVID-19, la Cámara de Diputados avaló este miércoles permitir que las reformas y asuntos constitucionales, legales o reglamentarios puedan ser votados en formato semipresencial, es decir, con una mínima representación de diputados en el Pleno y vía remota a través del uso de la tecnología.
La aprobación por unanimidad del Pleno deriva de un acuerdo de los órganos de gobierno de San Lázaro, a un año del inicio de la pandemia en México, con el propósito de proteger la salud, prevenir y reducir la posibilidad de contagios.
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Y es que dichos asuntos, como las reformas constitucionales, sólo podían ser votadas de forma presencial y para su aprobación se requería de las dos terceras partes de los miembros presentes de la asamblea.
La resolución cita que “por causa de fuerza mayor, de manera excepcional y considerando que existe unanimidad de todos los grupos parlamentarios, se autoriza que los temas que se señalan y que requieren de las dos terceras partes de los miembros presentes de la asamblea, puedan ser sometidos a discusión y votación de manera semipresencial, con la finalidad de proteger la salud, prevenir y reducir la posibilidad de contagio de las y los trabajadores y legisladores que asisten a este Recinto”.
Además de modificaciones a la Carta Magna, los diputados también podrán hacer modificaciones de cargos en la Mesa Directiva; dictámenes de la Comisión de Régimen, Reglamentos y Prácticas Parlamentarias para inscribir con Letras de Oro en el Muro de Honor de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión.
La resolución puntualiza que cualquier situación no prevista en las presentes medidas, deberá ser resuelta por acuerdo de los Órganos de Gobierno.
Agrega que tomando en consideración el semáforo epidemiológico y por tratarse de un asunto de gobierno interior de la Cámara de Diputados, los coordinadores de los distintos grupos parlamentarios acordaron por unanimidad establecer una excepción al Reglamento con la finalidad de cumplir sus obligaciones legislativas y de cuidar y proteger la salud de todas y todos los que forman parte de la comunidad de trabajadores, asesores, legisladores y en general de quienes acuden a la Cámara de Diputados.
Por Iván E. Saldaña y Nayeli Cortés
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