Al anunciar el reinicio del "Programa de Menores Centroamericanos" (CAMP) para reunir niños migrantes con padres que residan legalmente en los Estados Unidos, la encargada del gobierno de Joe Biden, Roberta Jacobson, insistió en pedir que se eviten los viajes. "La frontera no está abierta", dijo la Coordinadora de la Frontera Sur.
Jacobson recordó que el programa fue terminado abruptamente por la administración del presidente Donald Trump, que dejó varados a unos tres mil niños que ya tenían permiso para viajar.
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Indicó que en una fase dos, "trabajaremos para mejorar el programa CAMP a fin de expandir las vías seguras y legales para Estados Unidos".
En ese sentido, informó que "trabajando con el gobierno de México, organizaciones internacionales y ONG, hemos admitido de manera segura a más de 1,400 migrantes y cerrado la cara más peligrosa del MPP (Protocolo de Protecciòn a Migrantes, del gobierno Trump), el Campo de Migrantes de Matamoros".
El anuncio ocurrió mientras se desarrolla lo que se ve como una nueva crisis fronteriza, políticamente complicada para el gobierno de Biden.
En las últimas semanas el número de menores no acompañados detenidos en la frontera de México y Estados Unidos rebasó los 3,250, enmedio de lo que se ve como un incremento significativo en la cantidad de migrantes que tratan de llegar a territorio estadounidense.
Jacobson, que fue subsecretaria de Estado y embajadora en México, subrayó que el gobierno Biden se comprometió a un programa de asistencia de cuatro mil millones de dólares para la región y que buscará trabajar sobre todo con la sociedad civil. Los recursos "irán a las comunidades, a la capacitación, a la mitigación del clima, a la prevención de la violencia, a los programas antipandillas. En otras palabras ... a las personas que, de otro modo, emigran en busca de esperanza".
Agregó que se ha buscado cooperación con los gobiernos de México y de los países del llamado "Triángulo Norte" (Guatemala, Honduras y El Salvador). En referencia directa a los centroamericanos, subrayó que "podemos animarlos. Podemos ayudar a apoyarlos con recursos tanto de asistencia técnica como de financiación. Pero no podemos hacer esos cambios. Los cambios tienen que producirse en los países del Triángulo Norte".
Advirtió además que se deberá contar con la participación del sector privado "en aquellos países donde, durante demasiado tiempo, han evadido impuestos, mal pagado trabajadores y no han sido parte de la solución para crear países seguros, prósperos y democráticos".
La funcionaria anotó que "ya hemos comenzado acciones específicas tanto para deshacer las políticas de la administración anterior como para promover una nueva visión de la inmigración".
Jacobson expresó que "analizaremos el acceso a la protección internacional y el reasentamiento de refugiados".
Se busca también repensar el procesamiento de asilo en EU "para garantizar una consideración justa y más rápida", dijo.
En su señalamiento, precisó que es necesario enfrentar las causas fundamentales de la migración para "romper el ciclo de desesperación y brindar esperanza a las familias que claramente preferirían quedarse en sus países y brindar un futuro mejor a sus hijos".
En el futuro, continuaremos buscando formas de brindar vías legales en la región para las personas que necesitan protección mientras continuamos haciendo cumplir nuestras leyes. Este es un proceso.
Tenemos mucho por hacer, pero esta administración ha logrado avances significativos y seguiremos haciéndolo. Refleja quiénes somos como estadounidenses, poniendo nuestros valores en el centro de nuestra política. Gracias.
Por JOSÉ CARREÑO.
rcb