El puerto de Veracruz es la única ciudad del país reconocida de manera oficial a nivel nacional como “4 veces heroica” como una reivindicación de todas las luchas que se desarrollaron en defensa de nuestro país y su soberanía.
Sin embargo, estos reconocimientos oficiales no se otorgaron al mismo tiempo sino que de acuerdo con las distintas luchas que acontecieron en nuestro país en el siglo XIX y en las que quedó demostrada la heroicidad de los veracruzanos al momento de defender su país.
El primer reconocimiento vino el 18 de noviembre de 1825 cuando después de cuatro años de bombardeos intensos contra el puerto, los veracruzanos lograron expulsar a los españoles y, con eso, consolidar el proceso de independencia pues era el último reducto colonial del que había que sacar a las fuerzas realistas.
A pesar de que durante 18 días la ciudad fue bombardeada con el objetivo de establecer un gobierno realista, los veracruzanos lograron expulsar a los españoles.
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El segundo reconocimiento vino el 27 de noviembre de 1838 cuando el pueblo veracruzano a lado de Antonio López de Santa Anna resistieron a lado del Fuerte de San Juan de Ulúa la primera invasión francesa coloquialmente conocida como la Guerra de los Pasteles.
La tercera gesta heroica en la que el puerto recibió el reconocimiento nacional fue en marzo de 1847 cuando los porteños veracruzanos, a pesar de su inexperiencia, de su limitado armamento y de la desorganización militar que primaba en esos años, lucharon contra la entrada de los estadounidenses que buscaban aprovechar el convulso panorama mexicano para hacerse de territorios en nuestro país.
Los veracruzanos fueron derrotados por la potencia imperialista estadounidense que no sólo ingresó a Veracruz, sino que logró avanzar hasta la Ciudad de México en donde se apostaron dando origen a algunos mitos de la época como el de los Niños Héroes.
Finalmente, en un caso muy similar al anterior, pero varios años después, en 1914 los veracruzanos nuevamente ofrendaron su sangre para tratar de detener la segunda entrada de los estadounidenses en territorio nacional.
Los estadounidenses justificaron su invasión a nuestro país con el no reconocimiento a la presidencia de Victoriano Huerta y fue hasta que llegó Venustiano Carranza, con quien tenían pactos políticos, que se retiraron del puerto no sin antes ser recibidos de manera hostil por los veracruzanos que hicieron gala de todo su heroísmo y entrega.
Sin duda, los porteños de Veracruz se merecen el reconocimiento histórico de la nación por su defensa de los ideales de soberanía e independencia mexicanas.