PANDEMIA COVID-19

Se complican duelos ante rompimiento del tradicional ritual de muerte

El psiquiatra forense Nicolás Martínez advierte que sobrevivientes de COVID, están padeciendo depresiones profundas a los seis meses de la infección del virus

NACIONAL

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COVID-19 cambió la forma de morir en México.FOTO: ESPECIAL

El COVID-19 arrebata de forma rápida la vida de seres queridos, además, rompe el ritual tradicional de despedida y genera conflictos emocionales. Especialistas analizan los impactos de estas muertes en la salud mental de los mexicanos acostumbrados a exequias multitudinarias y que duran entre 24 a 48 horas.

El psiquiatra forense, Nicolás Martínez en entrevista con El Heraldo de México explica las características que revelarían un trastorno por duelo prolongado.

“Es un trastorno que tras la muerte de alguien: compañero, padre, hijo u otra persona, hay una respuesta de un dolor persistente y generalizado que ya se caracteriza por una nostalgia o una preocupación persistente, acompañado de un intenso dolor emocional: tristeza, culpa, ira, entre otros.

La respuesta al dolor ha persistido durante un período atípicamente largo después de la perdida, es decir más de seis meses. Cuando establecemos una cronicidad mayor a estos seis meses y la respuesta es generalizada de ese dolor, ya podríamos estar hablando de la probable presencia de un trastorno por duelo prolongado”.

Muchas familias tras un diagnóstico de COVID-19 han visto como se ha complicado el cuadro clínico del paciente en pocas horas, se le traslada de emergencia al hospital, ahí empeora y  muere. Posteriormente el cuerpo es cremado, no hay un velorio tradicional donde asisten familiares y amigos. De un día para otro, hay una o dos ausencias en una misma familia. Pero nunca se vive la despedida en el lecho de muerte. Todo esto puede desencadenar sentimientos de culpabilidad, dolor o rencor.

Incluso, el también escritor del libro Salud Mental Forense, subrayó que se ha percibido que entre los sobrevivientes de COVID se están registrando conflictos emocionales como la depresión o la angustia, meses después de haberse infectado.

“A seis meses de haber padecido una infección, pudieran ser muchísimas las circunstancias que rodeen a esa persona que padeció COVID, que propiamente haber desencadenado el trastorno, por la infección. Por eso la necesidad de hacer esta investigación que estamos por arrancar, para establecer claramente si el Covid ha desencadenado los síntomas psquiátricos en las personas o si han sido las consecuencias alrededor que los han fomentado”.

El Instituto Nacional de Psiquiatría Ramón de la Fuente comenzará una investigación sobre las reacciones del COVID en la salud mental de los mexicanos.

IALC