El presidente de la Junta de Coordinación Política del Congreso de la Ciudad de México, Víctor Hugo Lobo Román propuso a la titular del Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia, María del Rocío García Pérez, que se actualice el padrón de niños y adolescentes huérfanos con motivo de la pandemia por el COVID-19.
Pidió que se impulse un Programa Integral de Seguimiento y Control en atención a los niños y adolescentes huérfanos por el Covid, que garantice en lo económico, formativo -educación y salud-psicológico y emocional, la sana formación de los infantes y de viabilidad financiera en el futuro con una partida presupuestal específica.
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Señaló que se debe conocer cuántos de los menores reciben un apoyo económico, los que han tenido que ser ingresados a los albergues por carecer de un hogar donde vivir y los que quedaron bajo la tutela de adultos mayores.
Lobo Román expuso que uno de los escenarios más trágicos derivado de la pandemia del COVID-19, además de la muerte de casi 180 mil mexicanos, es el desamparo y la orfandad en la que han quedado miles de niños y adolescentes con la consecuente deserción escolar por la falta de un tutor.
“El nivel de orfandad que creció a raíz de la pandemia representa un grave problema social, pues se estima que en la ciudad de México al menos 3 mil 101 niños quedaron huérfanos de madre, padre o tutor en un periodo de 6 meses de julio a diciembre del 2020,”consideró el legislador.
También planteó una extensión de la beca “Leona Vicario”, mediante la cual se otorga un apoyo de parte del gobierno central para protección de los niños huérfanos a causa de la enfermedad.
Agregó que esta beca tiene una cobertura de 34 mil 296 menores de 17 años de edad, que viven en situación de vulnerabilidad y tiene como propósito garantizar un desarrollo sano e integral, educación y alimentación para los beneficiarios, por lo cual es necesario mantener actualizado el padrón de beneficiarios y conocer los avances mes por mes.
Lobo Román mencionó que, ante la falta de un registro detallado, para el ejecutivo federal los hijos de las víctimas mortales del COVID-19 no existen, y aunque en muchos casos quedan bajo la tutela de sus familiares, es muy probable que una minoría permanezca a la deriva. El alto índice de deserción escolar registrado durante los últimos 12 meses, puede ser un indicador de la cantidad de niños huérfanos.
Agregó que a pesar de los resolutivos de la Segunda Reunión Nacional de titulares del Sistema DIF, del pasado 23 de enero, donde se acordó reforzar la atención a la población vulnerable con motivo de la pandemia, es necesario fortalecer la cultura del buen trato en las familias, para evitar que los niños huérfanos sean rechazados por sus familiares; se refugien en la delincuencia y en la drogadicción.
Por: Jorge Almaquio
DRV