La comunidad cultural en Jalisco está muy lastimada económicamente y las autoridades en el estado las mantienen en el olvido, acusaron integrantes de la Red Independiente de Agentes Culturales de Jalisco (RIAC), quienes acudieron a la sede de Cultura Jalisco para pedir sean tomados en cuenta dentro de las nuevas medidas que se anunciarán el 12 de febrero.
A casi un año de que se dieron los cierres de centros culturales, museos y teatros, señalan Adrián Nuche y Circee Rangel, integrantes de RIAC, acusan que han sido ignorados dentro de las acciones que ha emprendido el gobierno de Jalisco frente a la pandemia, sólo existió un apoyo económico de ocho mil pesos al inicio de la emergencia sanitaria.
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“Necesitamos volver a ser escuchados, necesitamos ser tomados en cuenta, este sector se cree que es un ornato, que vivimos del aire o de los aplausos, pero hay muchas personas que vivimos de hacer cultura en Jalisco y las autoridades culturales no nos han tomado en cuenta”, expuso Circee Rangel.
Adrián Nuche también señaló que han entregado a lo largo de esta emergencia sanitaria cerca de seis cartas a la Secretaría de Cultura en la que proponen soluciones frente al cierre de espacios culturales como medida de contención de la pandemia, sin embargo, quien era titular hasta hace unos días, Giovanna Jaspersen García, no tomó en cuenta las necesidades de esta comunidad.
“Que se tenga una acción urgente frente a las graves condiciones que tenemos los agentes culturales, artistas en el estado, después de un año de pandemia. Hubo un recorte de 221 millones de pesos al presupuesto de Cultura para este año, cuestionamos esta toma de decisiones porque estamos muy afectados previamente a la pandemia, necesitamos retomar el diálogo, urgir a las autoridades que tomen decisiones importantes con propuestas que también estamos haciendo”, expuso Adrián Nuche.
En la RIAC hay 800 personas afiliadas, mismas que suscribieron este nuevo llamado al Gobierno de Jalisco para que se les tome en cuenta, añadió Circee Rangel que crearon un programa llamado “Una mano a la distancia”, que entregó 400 despensas para quienes no contaban con los mínimos recursos económicos.
Por Ricardo Gómez
IALC