PIENSA JOVEN

¿“Por el bien de todos, primero los pobres”?: El fiasco de la política social

¿Tenemos un país más equitativo y próspero?

NACIONAL

·
pobreza en México.Créditos: Foto: Especial

“Por el bien de todos, primero los pobres” fue de las frases que López Obrador no se cansó de repetir durante su campaña. Con su llegada al poder, sus simpatizantes y él decían que México tendría por primera vez un Presidente que miraría a los de abajo y no solo a los de arriba. Invitaban a los medios y a las clases privilegiadas a entender que era lo justo y lo necesario para que este país fuera más equitativo y próspero. Sin embargo, a casi más de tres años de su gobierno, vemos que no ha sido así.  

De acuerdo con datos del Coneval, el gasto del Gobierno en programas sociales es 8% menor que su máximo histórico en 2015. Además, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo que realiza el INEGI, en el primer trimestre del 2018, 61% de los hogares más pobres eran beneficiarios de algún programa social. En 2019, la encuesta mostró una disminución de 61% a 54%; y todavía en 2020 y 2021, se vieron disminuciones hasta llegar a 50% de los hogares. Por lo tanto, es evidente que los programas sociales de este gobierno, a quienes menos llegan, son a las poblaciones más marginadas.  

Esto se puede ver con el programa “Jóvenes construyendo el futuro”, el cual, de acuerdo con una investigación de Animal Político, se concentra en municipios con bajo índice de desempleo o de marginación, contrario a lo establecido en sus lineamientos que establecen lo siguiente: “se debe dar prioridad a los solicitantes que habiten en zonas con población mayoritariamente indígena, con mayor grado de marginación y con altos índices de violencia”. Entre los 23 municipios más beneficiados del programa, sólo Cintalapa, Chiapas tiene una marginación de “alto grado” y el resto se ubica en “bajo o muy bajo”, de acuerdo con la investigación. Asimismo, se halló que en 17 de los 23 municipios hay más becarios que jóvenes que no estudian ni trabajan; es decir, hay más beneficiarios que la cantidad de población a la que el programa estaría dirigido, señala Animal Político.  

Cabe destacar que la desaparición de Próspera por las becas de educación básica y media superior, Benito Juárez, ha conllevado un retroceso monumental en política social. Según las reglas de operación del nuevo programa, se eliminan los componentes alimentarios y de salud en el programa, ignorando que en 2017 se otorgaron 279 millones de dosis de suplementos alimenticios y se dieron 3.2 millones de consultas médicas mensuales. También hubo una disminución de alrededor de 32% en el monto de transferencia promedio, puesto que en 2017 el monto de transferencia promedio era de 11,640 pesos anuales, contra el monto actual que ronda alrededor de los 8,000 pesos. Y, para terminar, el gobierno del presidente de los pobres ha otorgado menos becas que el máximo de becas otorgadas el sexenio pasado. Mientras en la administración anterior el número máximo de becas reportadas fue de 528,000 para la educación superior, en este gobierno se han entregado 300,000, de acuerdo con el Coneval.  

Es imposible no mencionar el aumento en 12% en la población sin acceso a servicios de salud, como resultado de la sustitución del Seguro Popular por el tal y como dicen Julio Frenk y Octavio Gómez Dantes “el inseguro e impopular Insabi”.  

Es verdaderamente paradójico cómo el gobierno que iba a poner primero a los pobres es el que los ha dañado más. Sin duda, esto ha sido causado por gobernar ciegamente, sin ver datos. Es así que es urgente cambiar el rumbo y la forma de gobernar, por el bien de los pobres.  

mgm