Debido a la contaminación en las costas michoacanas por la actividad industrial del Puerto Internacional de Lázaro Cárdenas, se han registrado nacimientos de tortugas marinas con malformaciones.
A finales de septiembre pasado, en el campamento tortuguero de la localidad de "El Habillal", en el municipio de Lázaro Cárdenas, se dio el caso de una tortuga que nació con dos cabezas.
Este inusual caso, ha ocurrido en costas de Michoacán al menos tres veces en los últimos tres años; otros ejemplares han salido de los huevecillos con otro tipo de deformidades como falta de extremidades, colas pequeñas y caparazones dañados. Lugareños atribuyen este fenómeno a la contaminación del litoral y costas michoacanas
"Tenemos entendido que son malformaciones genéticas derivado de la contaminación. Aquí tenemos las minas de Lázaro Cárdenas, los ríos llevan muchos metales pesados y desechos tóxicos que arrojan las empresas del puerto, todo esto desencadena nacimientos con deformidades", indicó Alonso Ramírez, encargado del campamento tortuguero de "El Habillal".
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Los ejemplares que nacen con esas características y que alcanzan 72 horas de vida, son liberados en el mar, sin embargo, sus posibilidades de sobrevivir en su hábitat son escasas.
En el caso de las tortugas con dos cabezas, estas se mantienen en resguardo los primeros días posteriores a su nacimiento, pero ninguna ha logrado vivir más de tres días.
Tal fue el caso de la tortuga que la semana pasada nació con dicha malformación y que murió apenas tres días después. El personal del campamento conserva los restos de estos animales que nacen con alguna deformidad con el objetivo de que, en un futuro, especialistas analicen a fondo la causa de los nacimientos con estas características.
Mientras tanto, los habitantes encargados de proteger a esta especie marina hicieron un llamado a las autoridades en materia ambiental para que intervengan a fin de procurar que las tortugas se reproduzcan en un espacio más limpio y sano.
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