Entre el caos vial, provocado por los cortes en el camino y la saturación tanto de camiones de carga como de transporte público, decenas de espectaculares y lonas de compra de propiedades se asoman en las inmediaciones de la Base Aérea de Santa Lucía, en el municipio de Tecámac.
La venta de lotes y terrenos a un costado de la terminal aérea se disparó. En redes sociales y al visitar la zona, se ofrecen de dos mil 250 a cuatro mil 350 pesos por metro cuadrado o más; si el predio está en tierra plana, cuesta cinco mil pesos.
Los precios se han cuadruplicado, ya que en 2015 el metro cuadrado fluctuaba entre mil y dos mil pesos, de acuerdo con vecinos de esa región. La zona más cotizada hasta ahora es la que se ubica sobre la carretera federal México-Pachuca, principal punto de acceso a este punto.
Desde mayo pasado, El Heraldo de México documentó una alza en el precio de los terrenos para naves industriales, que pasaron de 350 a tres mil pesos.
Ahora, en las ofertas también existe la oportunidad de conseguir una casa de tres recámaras a partir de 688 mil pesos, donde resaltan el privilegio de vivir a cinco minutos de la futura terminal aérea, la cual se proyecta que tendrá conectividad mediante el Tren Suburbano, Mexibús y una red de segundos pisos viales.
De acuerdo con páginas de ofertas inmobiliarias, la venta de terrenos planos, así como espacios para bodegas industriales -donde hay pastizales– los vendedores piden hasta cinco mil pesos el metro cuadrado.
“La zona es muy atractiva y de alta demanda, lo que hace de esta una excelente oportunidad de inversión”, indica una oferta en línea.
El desarrollo comercial de Tecámac, por este proyecto federal, se observa entre contrastes, pues sobre la carretera federal han comenzado a instalarse hoteles de clase empresarial, plazas comerciales y, sobre todo, negocios dedicados a la construcción y remate de muebles.
“La demanda se disparó. Antes de que se diera a conocer la construcción del aeropuerto, los lotes eran atractivos para construir viviendas, pero por la conexión que da la autopista.
En ese entonces el metro cuadrado costaba a lo mucho dos mil pesos”, dijo Ana Martínez, quien cotiza uno terreno a un kilómetro de la base aérea.
Sin embargo, llegar a este punto por ahora es complicado. Si no se recurre a la vía de cuota, los automovilistas deben burlar un recorrido de más de una hora y 15 minutos desde la Ciudad de México, cruzando los municipios de Ecatepec y Nezahualcóyotl, entre decenas de negocios dedicados a la venta de autopartes usadas.
CAR