El pasto comenzó a crecer y expandirse de forma acelerada sobre donde algún día había agua en la Laguna de El Farallón, ubicada en el municipio de Actopan, en la zona costera de Veracruz.
En abril pasado, los pescadores de la zona reportaron que el cuerpo de agua se había secado en un 90 por ciento, debido a la falta de lluvias y la extracción ilegal para el abastecimiento de ranchos y proyectos mineros a cielo abierto.
Después, en junio, el humedal comenzó a recuperarse y el agua alcanzó 40 de las 180 hectáreas que comprendía la totalidad de su superficie. Por ello, como un acto de esperanza, niñas y niños, hijos de los pescadores, liberaron 2 mil alevines o crías de mojarra.
Apenas el pasado lunes 4 de octubre, los menores repitieron la acción, liberando 30 mil crías para dar vida a la laguna y recuperar la actividad pesquera, de la cual dependen los pobladores del sitio.
Sin embargo, cuatro días después, la laguna otra vez se quedó casi sin agua. Las aves rapaces que migran en estas fechas de norte a sur, se observan de pie sobre el agua, en medio del humedal, donde hasta hace unos años había una profundidad de diez metros.
De acuerdo con Manolo Acosta Domínguez, presidente de la Sociedad Cooperativa de Pescadores de El Farallón-El Llano, las precipitaciones han disminuido en las últimas semanas en la zona, reduciendo de forma drástica el nivel del agua en la laguna.
El líder de los pescadores estima que, si el problema persiste, el cuerpo de agua podría secarse en su totalidad, en unos 30 días.
“Es lamentable porque se le acaban de ingresar al agua un cultivo de alevines de 30 mil pequeños y miren, en menos de ocho días todo lo que ha descendido, el agua llegaba a la orilla del pasto. Empezó a descender de antier para acá (jueves), no sabemos si por el aire (viento), ustedes pueden ver que la humedad se encuentra en la orilla todavía”, expresó.
El nivel del agua bajó aproximadamente el 20 por ciento, en comparación con semanas anteriores, donde el fango ahora puede pisarse en la orilla y pareciera arena movediza, quedando parte de los pies enterrados.
“Tenemos más de ocho meses o un año que no se cosecha nada aquí en la laguna, precisamente porque empezó a desecarse y ya no se pudo. Teníamos esperanzas de que en el tiempo de lluvia se recuperaran y por eso le ingresamos alevines, pero vemos que drásticamente sigue bajando, esos alevines, si sigue así, van a morir”, lamentó el pescador.
El agua solo se observa en unas 60 de las 180 hectáreas de la superficie del humedal, pero con una profundidad máxima de un metro, lo que impide que sea reactivada la pesca.
A la laguna se ingresa por la carretera Cardel-Nautla, mejor conocida como Costera del Golfo, y se encuentra entre las comunidades La Mancha y Villa Rica, muy cerca de la Central Nucleoeléctrica de Laguna Verde.