Un grupo equipado con machetes, palos y armas de fuego se enfrentó esta mañana contra ejidatarios en el municipio de Tila, Chiapas, donde contabilizaron al menos cinco muertos y 15 heridos.
La Fiscalía General del Estado informó sobre el inicio de la carpeta de investigación, pero se mantiene hermética sobre los detalles del conflicto.
A través de Facebook, habitantes realizaron transmisiones en vivo para denunciar la violencia y señalar que los agresores se reunieron en la Casa Ejidal de Tila desde temprana hora.
“Los autónomos están armados, fuertemente armados”, se escucha decir a un hombre que grabó y relató lo que sucedió a través de redes sociales, justo en el momento de las detonaciones.
“Los mataron y la iglesia le está sirviendo de bunker a esta gente delincuente. ¡Actúe ya gobierno!, ¿Cuántos muertos más necesitan?”. Mencionó que pobladores de Nueva Esperanza, Josivaquil y Bachajón, se unieron a las agresiones contra los habitantes de Tila.
Sin embargo, otras versiones aseguran que el grupo armado no tiene nada que ver con los ejidatarios autónomos ni con integrantes del Consejo Nacional Indígena, ni la organización Paz y Justicia.
Activistas señalan que el grupo armado que ingresó esta mañana, tampoco pertenece a la zona, pero que fueron convocados por la autoridad municipal para desestabilizar.
Hasta ahora han confirmado la muerte de Elmar Martínez López, Adelaida Martínez Parcero, Pablo Vázquez Álvarez y dos personas más que aún se desconoce su identidad.
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Gobierno omiso
Para los habitantes, los problemas en este municipio recrudecieron en el 2015, cuando un grupo de pobladores quemó el palacio municipal y este fue llevado a El Limar, para exigir a la autoridad la devolución de un predio.
En febrero de este año, pobladores cansados de los problemas, viajaron al centro del país para dialogar con Alejandro Encinas, titular de la Subsecretaría de Derechos Humanos y Población, pero no hubo avances.
En abril, emitieron nuevamente una solicitud, esta vez al presidente de México, Andrés Manuel López Obrador. El mes pasado, a través de comunicados de prensa, pobladores de Tila solicitaron el ingreso de la Guardia Nacional ante las amenazas y riesgo de violencia por un conflicto agrario de casi 40 años.
Hace una semana, los habitantes derribaron un portón colocado por los “ejidatarios autónomos”, en la entrada de la cabecera municipal para controlar el acceso, lo que pudo provocar la molestia.
El alcalde de Tila, Limber Gutiérrez Gómez, condenó las agresiones y dijo que sólo la Suprema Corte de Justicia de la Nación puede resolver esta disputa agraria.
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Por: Jeny Pascacio
dhfm