¡Sin ventas! Coronavirus estanca el comercio de truchas y tilapias

las medidas sanitarias por el covid-19 generan acumulación de peces de crianza que son difíciles de comercializar

Entre 80 y 85 por ciento de la producción de trucha y tilapia en el Estado de México se vende en restaurantes de zonas turísticas de cuatro municipios: Ocoyoacac, Malinalco, Valle de Bravo y Zinacantepec, que, al permanecer cerrados a consecuencia del COVID-19, provoca la acumulación de estas especies en las granjas productoras.

Javier Reyes Escamilla, presidente de la Unión Ganadera Regional Centro Norte del Edomex, destacó que la entidad es pionera en producción de ambas especies sin litoral; el año pasado ocupó el primer lugar del país, con cuatro mil toneladas, pero no se tienen esquemas de comercialización.

Del total, 15 por ciento de la producción de trucha y tilapia mexiquense se comercializa en los mercados de la entidad o directamente en los puntos de producción. Al estar cerradas las zonas ecoturísticas, que son sus principales clientes, las granjas tienen estancada la producción, ya que 70 por ciento de sus ventas anuales se genera en esta época de Cuaresma.

Las granjas están saturadas, no tenemos movimiento en lo económico, y si hay que alimentar a las especies, el costo del alimento es alto”, indicó. “Lo que se tiene que hacer es fiar o rematar. A las personas que van por un kilo les pedimos que se lleven dos, por un menor precio”, detalló

Reyes Escamilla puntualizó que las pérdidas del sector suman más de 250 millones de pesos desde que se inició la contingencia por COVID-19.

Los productores tratan de vender de manera directa a la población que acude a las granjas, pero no tienen los canales de distribución necesarios, e incluso están ofreciendo su mercancía por medio de grupos de WhatsApp. El kilo de trucha y tilapia o mojarra, como se le conoce coloquialmente, estaba de 100 a 115 pesos antes de la emergencia por COVID-19, pero ahora se deja en 60 pesos.

Los municipios de la entidad que tienen producción acuícola son Valle de Bravo, Amanalco, Donato Guerra, Villa de Allende, Villa Victoria, Nicolás Romero, Jilotzingo, Malinalco, Ocuilan, Chalmita, Villa Guerrero, Temascaltepec y Zinacantepec.

VARADOS. Los costos de mantener las especies se elevan por las bajas ventas. Foto: Leticia Ríos

Por Leticia Ríos

eadp

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