Mientras unos se aíslan en el hogar para evitar el contagio, otros se van a aislar con pacientes de COVID-19 para atenderlos y curarlos, como Oscar Rojas, enfermero especialista en urgencias en el Hospital DioMed al poniente de la Ciudad de México.
Su mayor reto es al mismo tiempo su principal riesgo: atender y no contagiarse ni contagiar a compañeros de trabajo y a su familia.
“Este es el reto más grande que he enfrentado ahorita, porque hasta al quitarte el cubrebocas te puedes contagiar, es un reto vestirte, desvestirte, y las actividades van a ser las mismas, porque con estos pacientes, van a ser cuidados, si se maneja la vía aérea es entubarlo y aspirar secreciones, lo que siempre haces en una terapia intensiva”, asegura a El Heraldo de México.
Oscar Antonio Rojas lleva 10 años de experiencia como enfermero, además de una familia con conocimientos médicos, que lo han preparado para lo que viene: horas continuas de trabajo sin comer y pocas horas de sueño.
“Vas a estar laborando durante 12 horas porque tampoco te puedes exponer, tanto tiempo al virus, vas a estar dentro de la instalación todo el tiempo con tu traje especial; el paciente va a respirar, estornudar, toser y a comer, en el ambiente va a estar la bacteria, entonces al momento de salir el reto es quitarte todo sin que tú te contamines”, explica.
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Oscar mantiene su confianza en lo aprendido en los meses previos para enfrentar la pandemia, sabe que hay insumos y áreas adecuadas para las semanas complicadas que se acercan, pero no deja de estar alerta, porque el es el sustento de su madre y sus dos sobrinos.
Por Paris Alejandro Salazar
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