Caminando entre cientos de personas, de vagón en vagón, al joven policía del Metro de la Ciudad de México, Ángel Martínez Granados, le preocupa el coronavirus (COVID-19) que ha ido infectando a la población mundial, pero le ocupa más su labor de preservar el orden y frenar la inseguridad.
Reconoce que su tarea es imprescindible, con o sin pandemia. En entrevista con El Heraldo de México, compartió que cuando viste el uniforme de policía bancario siente transformarse, como lo hace un superhéroe.
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Lleva dos años en esa tarea, que inició cuando tenía 18 años de edad. Desde entonces, dijo, su mayor recompensa es cuando un usuario del transporte le dice “gracias”.
Me siento comprometido con la ciudadanía porque me ven como su apoyo en su día a día camino al trabajo. Sin mi uniforme sería como un super héroe sin capa. El uniforme es mi armadura más preciada, impone respeto y confianza a los demás, sin él no podría realizar mis actividades. No hay nada más grato que percibir que la gente siente tranquilidad al ver a un uniformado cuando se siente en peligro”, dijo.
A diferencia de otros de sus compañeros que están fijos en las estaciones, él pertenece al grupo especial móvil va de vagón a vagón, haciendo presencia en todas las estaciones de la Línea 1, que va de Pantitlán a Observatorio.
[nota_relacionada id=947475]Por Iván E. Saldaña
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