La situación actual en las cárceles no garantiza la salud de los presos ante el COVID-19, por lo que el Estado mexicano será responsable de violaciones a derechos humanos sino toma medidas urgentes de control y mitigación del virus, advirtió la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH).
Señaló que las personas encarceladas son “mayormente susceptibles de contagio y propagación de ese virus”, debido a las deficiencias que a nivel nacional enfrentan los centros de readaptación social.
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A través de un comunicado de este sábado, criticó la infraestructura en las cárceles, en su sistema de salud, carencia de personal médico y medicamentos especializados, la alta densidad poblacional de los establecimientos, la sobrepoblación y el hacinamiento en el que conviven las personas.
“De no garantizar los derechos a la salud, a la integridad personal y a la vida de las personas privadas de la libertad, en conjugación con otros derechos ante la pandemia que se vive, el Estado mexicano tendría que enfrentar y asumir los impactos que se vayan presentando ante las eminentes violaciones a los derechos humanos que enfrentarían dichas personas”, advierte.
Asimismo, la Comisión de los derechos humanos urgió en el diseño de un Programa Nacional de Despresurización Penitenciaria y analizar lo más pronto posible los beneficios de la preliberación establecida en la Ley.
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Por: Ivan E. Saldaña
dhfm