El juicio ciudadano

En la mayoría de los países hay convencimiento sobre la efectividad de las medidas de distanciamiento social

La pandemia que vivimos está probando la fibra de naciones y de dirigentes en todo el mundo. La forma en que las instituciones y los gobiernos están reaccionando ante la crisis sanitaria y la económica que empieza a sentirse, sacan a la luz las fortalezas y debilidades.

El juicio ciudadano hacia los poderes públicos se dejará sentir en las urnas y pasará facturas a sus liderazgos tarde o temprano. Pero ya desde ahora, la reacción popular ha comenzado a medirse. Tomo un par de ejercicios que están tomando el pulso de las percepciones con resultados interesantes.

Uno es una encuesta internacional coordinada por expertos de 12 universidades —Oxford, Warwick, Cambridge, Princeton, Harvard, MIT, IESE, NYU, entre ellas—, sobre el manejo de la pandemia del COVID-19. Más de 110 mil participantes han evaluado las respuestas de gobiernos y poblaciones (covid19-survey.org).

En el mapa del manejo gubernamental países como Nueva Zelanda, Vietnam, Dinamarca o Argentina son los mejor evaluados, mientras que Venezuela, Rusia, Estados Unidos, Brasil y México aparecen al extremo opuesto, es decir, con una respuesta insuficiente, poco veraz y confiable.

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En contraste, el comportamiento de la población frente a las medidas de contingencia es bien valorado en China, Filipinas, Corea del Sur o República Checa. En el lado contrario, la respuesta de la ciudadanía en India, Ecuador, Perú o Reino Unido es percibida como insuficiente. De manera interesante, las cumplan o no, en la mayoría de las naciones hay convencimiento sobre la efectividad de las medidas de distanciamiento social.

El segundo ejercicio es la encuesta realizada por Ipsos a líderes de opinión de América Latina sobre el manejo de la crisis sanitaria en la región. De 12 países evaluados, Uruguay es el mejor posicionado, seguido de Argentina y Perú, mientras que Brasil, México y Venezuela ocupan los últimos lugares. Por lo que hace a los jefes de Estado, Luis Alberto Lacalle (Uruguay), Martín Vizcarra (Perú) e Iván Duque (Colombia) encabezan la lista. En el otro extremo se ubican López Obrador (México), Jair Bolsonaro (Brasil) y Nicolás Maduro (Venezuela).

Cada quien podrá sacar sus propias conclusiones, pero dos datos llaman la atención. El primero es la conciencia ciudadana respecto de la dimensión extraordinaria de los acontecimientos. El segundo es que frente a esta singular circunstancia, en ambas mediciones los gobiernos populistas, de cualquier color, están siendo mal percibidos. Sea porque negaron la evidencia, minimizaron los riesgos, retrasaron las medidas, o todo junto, no han estado a la altura de las expectativas de sus ciudadanos.

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O quizá porque como señala el expresidente español Felipe González: “El populismo son respuestas simples a problemas complejos que sólo funcionan cuando quien las propone señala culpables para exculparse”. Y los ciudadanos no se están tragando la receta.

POR VERÓNICA ORTIZ
VORTIZORTEGA@HOTMAIL.COM
@VERONICAORTIZO

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