El fuego subía por la montaña, entre arbolejo y pastizal seco, cuando alcanzó la casa de doña Daría Morán Muñoz, de 70 años. La flama se alzó los dos metros que medían las paredes de madera, mientras el estallido del tanque de gas generó un estruendo que, junto con los bramidos del ganado, se propagó como la lumbre por la comunidad de Las Pilas, en Nicolás Flores, Hidalgo.
Del incendio que consumió su vivienda, sobre la ceniza que cubre el suelo, queda la base de una cama que el fuego no consumió; en otra, junto a la suya, donde vive la anciana tía Apolonia hay otra achicharrada y, junto a ésta, los vestigios de una máquina de escribir. En lo que fue la cocina, trozos de trastes y pedacería; de lo que fue corral, cenizas.
“El fuego quemó toda mi vida”, dice doña Daría, que llegó ahí en 1967, cuando tenía 17 años, para vivir con su esposo. Salvó su vida porque había salido, pero vio la fumarola por la comunidad cuando el fuego se propagaba. Veinte mil pesos, ahorros de toda su vida, son –como sus dos molinos de mano, sus vestidos, la herramienta de su marido– ceniza regada sobre la tierra. Antes de irse tomó 200 pesos, lo único que conserva de su pasado.
A doña Apolonia, que es de Villa Juárez pero se quedaba ahí, pues recibía apoyo de 70 y Más en Nicolás Flores, la sacó Carmelina Castañón, sobrina de doña Daría. Por su dificultad para caminar, el fuego la habría alcanzado.
Una yunta sobrevivió, pero no hay pastura para darles de comer. Los perros empezaron a comer los trozos de gallinas quemadas. Arriba, en Segundo Pilas, hay borregas muertas.
La casa de doña Daría y la de Apolonia son parte de 15 quemadas en su totalidad, en las que había 60 espacios habitacionales. De acuerdo con el alcalde Nicolás González, son más de 100 hectáreas de bosque siniestradas y daños en cuatro localidades: Segundo Pilas, Las Pilas, Zoyatal y Puerto de Piedra.
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El origen del incendio –que comenzó el domingo y fue apagado el miércoles– fue el choque de cables de luz de alta tensión. Los pobladores habían alertado sobre el riesgo, pero, afirman, no recibieron respuesta de la Comisión Federal de Electricidad.
Por Áxel Chávez, Corresponsal
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