En Iztapalapa, preparan las fosas y crematorios

El panteón San Nicolás Tolentino, en Iztapalapa, uno de los más antiguos de la ciudad, trabaja intensamente en la recuperación de espacios, fosas y disposición de crematorios ante la eventual saturación de cementerios por la crisis sanitaria.

Lo mismo ocurrió en 1985, tras el terremoto del 19 de septiembre.

Carlos Cervantes, director general y de Protección Ciudadana de Iztapalapa, asegura que se preparan para recibir cuerpos en alto volumen.

“Trabajamos bajo la referencia de los sitios utilizados con los fallecidos por el sismo del 85. En Iztapalapa tenemos una de las dos fosas que se cavaron para recibir a las víctimas del terremoto, espacios donde entraron de 300 a 500 cadáveres”.

DURA LABOR. Miguel García, conocido como
El Maestro, capacita personal. Foto: Leslie Pérez

Al menos tres hectáreas serán destinadas para fosas comunes de este tipo, en las que ya se labora dentro de los panteones disponibles en la demarcación, por lo que –afirma– podrán recibir de 20 mil a 30 mil cadáveres para inhumación.

La preocupación por recuperar lugares en panteones saturados es el primer eje de trabajo conjunto entre las alcaldías, ya que “debido a un tema de usos y costumbres, no se puede obligar a la cremación, aunque sea la primera indicación en la norma sanitaria”.

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También se están tomando otras medidas como el cierre de velatorios y la prohibición de acompañamientos funerarios, en procesos de cremación y de inhumación para evitar el contagio de familiares y entre su personal.

Se contempla también el trabajo conjunto con crematorios privados, así como la instalación de un puesto de mando para coordinar los trabajos en los panteones y así monitorear en tiempo real la recepción de fallecidos por COVID-19.

“No es fácil hablar de estos escenarios, pero es necesario anticiparnos. Si la gente no cree en la pandemia, quisiera que vieran este espectáculo tan terrible de recibir los cadáveres. Si no atendemos las recomendaciones, vamos a llegar a escenarios como Guayaquil, en Ecuador”, lamentó Cervantes. [nota_relacionada id=973350 ]

Al menos siete alcaldías cuentan con crematorios en sus panteones civiles, sin embargo, es en Iztapalapa donde la capacidad crematoria es mayor: 12 a 16 cuerpos por día en el panteón San Nicolás. Ahí se capacita a nuevas cuadrillas de horneros que cubrirían turnos completos.

Miguel, hornero con 18 años de experiencia y quien participa en las tareas de capacitación, detalló su responsabilidad.

“M trabajo es primero psicológico, lleva tiempo prepararse para tratar con la muerte día a día, saber que estamos para ayudar a la gente y tratar de que se sienta lo menos mal posible, acompañarlos y agilizar el servicio para que la espera sea lo menos terrorífica posible”.

García recordó lo vivido en 1985.

“Lo más difícil fue durante el terremoto de 1985, me tocó trabajar con cuerpos en máxima descomposición y casi irreconocibles, portadores de infecciones, pero hoy ninguna alerta se puede desestimar, sabemos que hay gente que no cree que exista el virus, pero piensen que hay gente a la que ya no le dio tiempo de creer, ya no están”.

Por Leslie Pérez
lctl

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