El COVID-19 ha destapado varias lagunas que tiene la Ley Federal del Trabajo en los apartados de trabajo a distancia y trabajo de mujeres. La emergencia sanitaria por fuerza mayor no existe en la legislación, las autoridades solo mezclaron conceptos creando zonas grises de interpretación a la legislación y obligando a patrones y trabajadores a concretar acuerdos laborales confiando en la palabra, buscando primordialmente que permanezca la fuente de empleo.
Especialistas del derecho laboral enfatizan que el trabajo en casa ya venía empujando con fuerza en el país, pero con el Coronavirus han quedado evidentes las figuras en la legislación que ni siquiera existen en la práctica. Estos dos o tres meses de actividad laboral a puerta cerrada, mostrará a los legisladores, qué renglones deberán corregirse.
“La regulación ha permanecido estática, no ha sabido evolucionar con el dinamismo propio de las relaciones laborales en México. Patrones y trabajadores, (incluso) abogados estamos aprendiendo todavía de esta situación. Es increíble decirlo, hay figuras e instituciones que están en la Ley Federal del Trabajo, en el apartado de trabajo a distancia, que no existen en la vida real, no existen en la práctica” apuntó en entrevista con El Heraldo de México, Carlos Ferrán, especialista en derecho laboral.
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El Covid-19 permitirá la modernización legislativa y la aplicación del trabajo a distancia. Esta situación, dentro de su complejidad, es una oportunidad para que los legisladores refuercen el capítulo de trabajo de mujeres, dotándolas de mayores derechos por decidir maternar y al mismo tiempo seguir económicamente activas. Lo mismo sucede con los jóvenes de las generaciones millennial y centennial.
“Es una oportunidad de redefinir nuestros estándares laborales y generar nuevas reformas a la Ley Federal del Trabajo y buscar lo que llamamos la Ley de Equilibrio de Factores de Producción. Ahorita hay enormes oportunidades en los renglones de trabajo a distancia, trabajo de mujeres. Ojalá una situación tan compleja nos permita flexibilizar un poco la ley y salgamos lo más fortalecidos posible”, añadió.
Ferrán reconoce que los abogados en derecho laboral han aprendido más durante estas tres semanas de contingencia que en todos los años de práctica, llegando a la conclusión que será vital la buena voluntad entre patrones y trabajadores para evitar que se disparen los conflictos laborales. Subraya que el gobierno enrarece más el clima al no llamar esta situación por su nombre: declaratoria de emergencia sanitaria.
“Sigue habiendo muchas zonas grises en la interpretación de la Ley Federal del Trabajo, le han llamado emergencia sanitaria por fuerza mayor y eso deja mucho espacio a la interpretación. La propia recomendación de la Secretaría del Trabajo ha sido que el escenario ideal es que las empresas sigan pagando normal independientemente de si están operando o no, lo cual evidentemente se dice muy fácil pero no lo es. Ellos saben que no es una situación tan fácil de ejecutar que lo que han sugerido es ‘lleguen a acuerdos’ con sus trabajadores”.
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Solo si el patrón intenta modificar de manera unilateral las condiciones de trabajo, habría razones sólidas para comparecer ante las autoridades laborales; pero si hay consentimiento entre las partes no tendría que haber inconvenientes sobre disminución de horarios y percepciones salariales en ciertos casos, insistió el socio fundador Ferrán Martínez Abogados. Otro aspecto que deberá modificarse es que el trabajo a distancia - tan común entre las nuevas generaciones-, sea una tentación a la carencia de beneficios laborales.
“Independientemente de dónde se preste un servicio, si hay un salario, hay subordinación y un servicio personal entre patrón y trabajador, la relación laboral se configura. Por ende, se generan los más elementales derechos y prestaciones. Es una buena oportunidad para desmitificar este tipo de cosas”.
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Los especialistas estiman que entre julio y agosto regresará gradualmente la actividad normal a las empresas porque México ni siquiera ha visto el pico de contagios. Este lapso generará el gran reto de cuidarse mutuamente empleadores y trabajadores, incluso emocionalmente.
“El regreso a las actividades implicará otro reto interesante desde la organización, la vuelta a la rutina y ver qué tan capaces somos para retomar estas actividades que hacíamos remotamente”, finalizó el abogado laboral.
POR REDACCIÓN DIGITAL EL HERALDO DE MÉXICO
ialc