Uno de cada cinco poblanos carece de acceso a servicios de salud, de acuerdo con el último reporte de medición de la pobreza elaborado por el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), lo cual representa una población de riesgo ante el aumento de casos de COVID-19. Jorge Humberto Uribe Téllez, secretario de Salud en la entidad, indicó que en próximas fechas se va a hacer una revisión de los 52 hospitales con los que cuenta el estado, además de garantizar que se pueda atender a las personas que requieran de hospitalización.
El millón 328 mil 900 poblanos sin acceso a servicios de salud —20 por ciento de los casi 6 millones y medio de poblanos que, se estima, hay— está relacionado con comunidades de alta marginación, donde su lejanía y la falta de dinero les impide acceder a una institución sanitaria, además de que para ellos es complicado que puedan pagar medicamentos.
Sin embargo, existe otro segmento de personas con vulnerabilidad, en el cual el Coneval ubica a las personas que, aunque pueden trabajar, no tienen prestaciones de seguridad social. En este caso, no todos los contabilizados carecen de recursos para pagar servicios médicos privados.
Este rubro supone un total de 4 millones 604 mil habitantes —siete de cada 10 poblanos— que tendrían que recurrir a los servicios hospitalarios a cargo del gobierno estatal o pagar los privados.
La situación se complica porque 65 por ciento de la población tiene un ingreso inferior a la línea de pobreza, lo que coloca a 4 millones 154 mil 900 personas en una situación de riesgo ante la pandemia. Tan sólo en la capital del estado, cerca de 423 mil 124 personas padecen hambre, en otra categoría que se conoce como pobreza alimentaria.
De ahí que el gobernador Miguel Barbosa anunciara la entrega universal de despensas financiadas por su administración.
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Por Claudia Espinoza
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